Según el documento “Ciudad, Urbanismo y Salud” y de acuerdo a las tendencias internacionales, la base del cambio de modelo de diseño o planificación urbana viene por centrarse en los siguientes ejes de acción:

Hacer las ciudades amigables y seguras para el peatón, que garanticen la proximidad y accesibilidad a la mayor parte de las actividades cotidianas.

Lograr una ciudad que esté pensada para andar, donde el peatón sea el protagonista en el uso del espacio urbano y este se sienta cómodo, seguro y con accesibilidad física, cognitiva y sensorial a una variedad de recursos que le sean útiles en su vida diaria y asequibles para su uso. Estos recursos reciben el nombre de “Activos para la salud” cuando son percibidos por la comunidad como útiles para su salud y bienestar.

Introducir la naturaleza en la ciudad.

Lograr una ciudad que disponga de infraestructura verde y espacios de naturaleza, próximos y accesibles a toda la población, que favorezca la actividad física o momentos de tranquilidad, y donde las aceras, plazas y parques se constituyan como puntos de encuentro y socialización.

Humanizar las ciudades haciéndolas más solidarias, más participativas y menos desiguales.

Lograr una ciudad con espacios de convivencia que humanicen las interacciones entre las personas y propicien las relaciones sociales y redes de apoyo, acabando con burbujas de soledad, incomunicación e incomprensión que enfrentan o aíslan, y activando mecanismos de participación ciudadana y colaboración.