La Rioja y Castilla y León definen las actividades de colaboración en materia sanitaria

Los consejeros de Salud del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Nieto, y de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez, han firmado hoy un anexo al Protocolo General de Colaboración entre ambas Comunidades

Pulse sobre la imagen para ampliarlaEl consejero de Salud del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Nieto, y el consejero de Salud de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez, han firmado hoy el anexo segundo a la addenda al Protocolo General entre la Comunidad Autónoma de La Rioja y la Junta de Castilla y León sobre colaboración en materia sanitaria, en un acto celebrado en la sede de la Consejería de Salud de la Junta, en Valladolid.

En el anexo se definen las materias que asumen cada comunidad autónoma así como la previsión de su actividad.

De esta forma, La Rioja atenderá a pacientes de Castilla y León para la realización de las siguientes pruebas diagnósticas y terapéuticas:

  • PET (previsión: 336 pacientes/año)
  • Radioterapia externa (62 pacientes)
  • Braquiterapia prostática (12 pacientes/año)
  • Baquiterapia ginecológica (20 pacientes)

Por su parte, los pacientes riojanos serán atendidos en centros sanitarios de Castilla y León (básicamente en Burgos) para las áreas de:

  • Neurocirugía (con una previsión de 100 pacientes/año)
  • UCI pediátrica (5-15 pacientes)
  • Cirugía Pediátrica (20-40 pacientes)
  • Unidad de la Mano (10-15 pacientes)

En el anexo también se especifican otras cuestiones en torno a esta colaboración como es el transporte sanitario, que correrá a cargo de la comunidad autónoma de origen del paciente.

La mayor parte de la asistencia pactada es financiada a través del Fondo de Cohesión del Ministerio de Sanidad. Los responsables de Admisión de ambas comunidades son los interlocutores para la derivación de pacientes.

Con el fin de asegurar el cumplimiento del convenio, se crea una comisión de seguimiento.

La colaboración entre las Comunidades Autónomas de La Rioja y de Castilla y León se formalizó en junio de 2008, a través de un Protocolo General de Colaboración, y abarcaba áreas intersectoriales con la confluencia de intereses comunes como, entre otras, la de asistencia sanitaria.

En julio del año 2009 se suscribió una addenda al Protocolo en la que se recogían las materias objeto de posible colaboración y hoy con la firma del anexo se fijan tanto las áreas de colaboración como la actividad que se prevé llevar a cabo.

Ambas Comunidades Autónomas se han comprometido a seguir trabajando conjuntamente para desarrollar actuaciones comunes en materia sanitaria que mejoren la atención que los servicios de salud prestan a sus ciudadanos.

En este sentido, los territorios limítrofes entre ambas Comunidades Autónomas constituyen un caso especial en el momento de organizar los servicios sanitarios, primando siempre la accesibilidad de los usuarios al sistema.