El Programa de Intervención Familiar que desarrolla Servicios Sociales ha atendido en Rioja Baja a 630 menores con relaciones familiares conflictivas 

Un psicólogo trabaja con ellos y sus familias para resolver problemáticas como fracaso escolar, dificultad para acatar normas y conductas antisociales

El consejero de Salud y Servicios Sociales, José Ignacio Nieto, y la directora general de Servicios Sociales, Carmen Corral, han presentado hoy en Calahorra los resultados del Programa de Intervención Familiar que desarrolla el Centro Coordinador de Servicios Sociales de Rioja Baja. El consejero ha explicado que el programa centra su atención en aquellos menores que presentan problemas como relaciones familiares conflictivas, fracaso o absentismo escolar, ausencias del domicilio, dificultad para acatar normas, conductas antisociales, adicciones y problemas con el grupo de iguales.

La resolución de estos conflictos se trabaja a través de sesiones clínicas con el psicólogo del centro, que determina la periodicidad y duración de las mismas en función de la problemática y circunstancias de cada caso. Se busca también la implicación de las familias que reciben información y asesoramiento de otros recursos sociales disponibles, y participan, si es necesario, en sesiones grupales, en otros programas de Servicios Sociales, etc. Todo ello, ha destacado Nieto, “encaminado a mejorar las relaciones familiares y garantizar el bienestar y futuro de ese menor, objetivo primordial del programa”.

En este sentido, el consejero ha subrayado que se trata de un servicio muy demandado y muy valorado tanto por los usuarios como por los profesionales de las UTS, y ha detallado que el año pasado, participaron en el programa 630 menores y 327 familias riojabajeñas. Unos datos que suponen un incremento del 10,3% respecto al año anterior en el caso de los menores, y del 20% en el caso de las familias. 

Los menores llegan al programa a través de los trabajadores sociales de las distintas localidades que detectan la conveniencia de su participación en él, aunque el 39% llegan derivados de otros sistemas de protección de menores como Educación Salud  y juzgados o cuerpos y fuerzas de seguridad, entre otros. Sólo el 4% de los menores estaban en situación de desamparo y el 4,7% en situación de acogimiento.

En cuanto al perfil del menor atendido, cabe destacar que el número de chicas superan ligeramente al de chicos (322 frente a 308), mientras que por edades, el mayor porcentaje (28,2%) se sitúa entre los 7 y los 11 años, seguido de la franja de 12 a 15 años (23,6%). Nieto ha destacado que un alto porcentaje de usuarios (32%) tiene menos de seis años, incluso hay de edades tan tempranas como los 3 años, lo que para él denota el trabajo del sistema, especialmente de los trabajadores sociales, por detectar y trabajar en la solución de los problemas de forma temprana.

Respecto al origen de las familias de estos menores, cabe destacar que el 51,6% pertenecen a familias inmigrantes, un dato que el consejero ha explicado por la situación de muchos adolescentes inmigrantes que han vivido en sus países de origen hasta la adolescencia o preadolescencia al cuidado de otras personas que no eran sus padres. Ahora, al retomar la convivencia con ellos, en un país que no es el suyo, se ven como extraños en su nueva familia y no reconocen la autoridad paterna. El resto son españolas, habiendo un 15% de las familias pertenecientes a minorías étnicas.

Los niños más pequeños, con edades comprendidas entre los 0 y los 12 años, suelen coincidir circunstancias como ser familias con un nivel socioeconómico bajo, con padres con nivel formativo bajo, y niños con un bajo rendimiento escolar. Sin embargo, en el caso de los adolescentes,  con edades entre 12 y 18 años, los problemas se dan en familias de todos los niveles socioeconómicos con un factor común en la mayoría de los casos: los padres tienen graves problemas de pareja.

Atención a las familias  

     

Como ya se ha detallado, los responsables del programa intentan implicar y atender también dentro del programa a las familias de los menores. Así, nueve de cada diez familias son derivadas por el Centro Coordinador a otros servicios o recursos con los que completar la atención que estaban recibiendo. Principalmente asociaciones (42,5%), Empleo (20%) y Educación (15,4%), aunque también fueron derivadas en menor medida a la Oficina de Atención a la Víctima, Cáritas Chavicar  y Salud Mental.

El 34% de las familias recibían algún tipo de prestación económica como IMI, AIS, AES, etc. y 56 participaron en programas grupales sobre habilidades sociales, resolución de conflictos, exclusión social y cuidado y relación con los propios menores, ya que en numerosas ocasiones, los progenitores carecen de algunas habilidades para cuidar de los menores, de forma que no tienen bien cubiertas sus necesidades físicas y emocionales.

El radio de acción del programa se extiende a las localidades de Alfaro, Arnedo, Calahorra, Aldeanueva de Ebro, Rincón de Soto y los 16 pequeños municipios agrupados en la Mancomunidad de la Cuenca del Cidacos.

Fotografías: José Luis Ruiz

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