Nieto califica como “prioritaria” la apuesta de Salud por el área de Investigación y Desarrollo, cuyo presupuesto crecerá un 4% este año

El consejero de Salud anuncia que el Hospital San Pedro ensayará próximamente un nuevo dispositivo para reducir los efectos del Ictus        

El consejero de Salud y Servicios Sociales, José Ignacio Nieto, acompañado por el gerente de la Fundación Rioja Salud, Javier Aparicio, y por el coordinador de Investigación, Eduardo Mirpuri, ha informado esta mañana de las líneas de trabajo que se llevan a cabo en el CIBIR en materia de investigación. Un área que, en palabras de Nieto, es “prioritaria” y cuyo “apoyo efectivo se constata en los presupuestos de este año” en los que uno de los programas que más incrementa su cuantía es el de Investigación y Desarrollo, concretamente un 3,92% respecto a 2014, alcanzando los 3.341.285 euros.

Nieto ha recordado que el año pasado se incorporó una nueva unidad de investigación, liderada por Lydia Álvarez, como investigadora principal para la Unidad de Investigación en Neurodegeneración: Unidad de Neurobiología Molecular. Esta profesional se dedica a la investigación de la Enfermedad de Parkinson con especial interés en el papel que desempeña una proteína denominada alpha-synuclein.

En la actualidad, el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), que inició su actividad investigadora en el 2008, actualmente cuenta con 7 Unidades de Investigación agrupadas en 4 áreas estratégicas: Enfermedades Infecciosas; Oncología; Neurodegeneración; y Resistencia a Antibióticos.

Además, cuenta con 3 Plataformas Tecnológicas que ofrecen apoyo a las diferentes unidades, desarrollan sus propios proyectos de investigación y permiten colaborar con el sector privado y otros laboratorios. Estas Plataformas Tecnológicas son: Genmómica; Bioinformática; y Bioética. El CIBIR dispone también de otras instalaciones y servicios auxiliares especializados como son: Animalario con barrera SPF; Instalaciones de Microscopía; Bioseguridad y Calidad; e Informática.

Nieto ha recordado que en 2014 se iniciaron importante proyectos de investigación, como el de regeneración ocular financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU y el de investigación en TICs para la visualización de imágenes médicas en 3D. Por otra parte, dieron comienzo dos nuevos proyectos de investigación en cáncer y metabolismo en colaboración con el CTICH (Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja). Estos dos últimos proyectos, con financiación de la ADER.

El área de investigación del CIBIR, asimismo, ha participado en redes de investigación financiadas por la Unión Europea en Cáncer, Desarrollo y Enfermedades Infecciosas. En 2014 se obtuvieron resultados en colaboración con la Universidad de Zaragoza y el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), con los que se está elaborando la documentación para una nueva solicitud de patente este mes de enero.

Desde la puesta en marcha del CIBIR, su plantilla ha pasado de 41 a 61 profesionales, y la productividad científica ha crecido en cantidad y calidad (el índice de impacto mide la calidad de las revistas en las que publican y se ha pasado de 25 publicaciones, en 2009, a 43, el pasado año) lo que ha permitido consolidar al centro y a los profesionales dentro del panorama científico internacional.

En cuanto a los proyectos competitivos logrados, ha crecido de 5, en 2008; a 14, el pasado año. Hay que destacar que de las 52 solicitudes presentadas en 2014 aún quedan convocatorias por resolver y que hasta el momento la tasa de éxito corresponde a un 27%. A pesar de las dificultades económicas del entorno, la evolución experimentada en el centro ha sido, en general, positiva, superando los últimos años el 30% de retorno con respecto a la financiación global del centro.

Los grupos de investigación han ido aumentando en número y tamaño a lo largo de estos años, enfocándose a colaborar intensamente con el área asistencial, con el Hospital San Pedro como principal aliado y con el sector privado a través de colaboraciones en proyectos de investigación.

Nuevo ensayo clínico en el Hospital San Pedro

En esa línea de trabajo, Nieto ha anunciado que en las próximas semanas comenzará en el Hospital San Pedro un ensayo clínico de un nuevo dispositivo para reducir los efectos del Ictus, en pacientes ingresados en la Unidad de Ictus. La investigación llevada a cabo en el CIBIR por el investigador riojano Alfredo Martínez con la neuróloga Marta Serrano como investigadora principal demuestra, por primera vez, la influencia de un movimiento periódico a lo largo del eje mayor del cuerpo en la prevención del daño cerebral causado por infartos cerebrales.

Los investigadores encontraron que el movimiento de vaivén aumenta el flujo sanguíneo dentro de las venas y las arterias del sistema circulatorio y esto hace que las células endoteliales (que revisten por dentro la pared de los vasos sanguíneos) secreten a la sangre toda una colección de sustancias beneficiosas. Estas sustancias secretadas por las células endoteliales, por tanto, podían ser también beneficiosas en el caso de los infartos cerebrales, y así se comprobó en un modelo animal, en 2009.

Desde entonces se han ido dando pasos para probar en humanos y para aplicar la terapia a pacientes. De hecho, ya existe un tipo de cama en el mercado que realiza este tipo de función, aunque será la primera vez que sea empleada para suministrar una terapia para el tratamiento de isquemias cerebrales con la realización de esta investigación; además la puesta en marcha de una Unidad de Ictus en el Hospital San Pedro ha creado la situación más favorable para el inicio del ensayo clínico.

En estos momentos, después de conseguir los permisos pertinentes del Comité Ético de Investigación Clínica de La Rioja (CEICLAR) y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se va a iniciar, en las próximas semanas, un ensayo clínico para comprobar que lo que sucedía en animales, se cumple también en pacientes humanos. El estudio pretende reclutar 87 pacientes con ictus isquémico agudo que acudan a la Unidad de Ictus antes de 6 horas de iniciarse el proceso.

Los pacientes que otorguen su consentimiento al estudio, serán divididos en tres grupos: el grupo 1 recibirá el tratamiento habitual en la Unidad de Ictus sin agitación (es el grupo control); el grupo 2 recibirá, además del tratamiento habitual, una sesión de agitación durante 3 horas en el primer día de estancia en el Hospital; el grupo 3 recibirá 7 sesiones de 45 minutos cada día.

En todos los pacientes se medirá, mediante resonancia magnética, el edema y el daño cerebral a la llegada y a los 7 días de iniciarse la enfermedad. Además se medirá la recuperación de las capacidades mecánicas e intelectuales de los pacientes a lo largo de su tratamiento. Al final del estudio, se estudiará estadísticamente la influencia del tratamiento de agitación sobre el daño cerebral residual y se comprobará si el nuevo tratamiento es útil.

Las ventajas del nuevo método podrían ser varias: Se trata de un método no invasivo y probado ya en personas sin que se hayan registrado efectos secundarios serios; se puede aplicar en combinación con medicamentos y terapias sin que se espere ninguna interacción peligrosa; y se trata de un método muy barato que puede suponen una ayuda muy importante si tenemos en cuenta que cerca de 2/3 de las muertes por infarto cerebral suceden en países en vías de desarrollo.