Salud presenta su estrategia para mejorar la salud de los 3.765 pacientes riojanos con enfermedad respiratoria crónica

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica refrenda la estrategia de EPOC realizada en La Rioja, que se enmarca en la estrategia de Atención al Paciente Crónico y en el III Plan de Salud

La consejera de Salud de La Rioja, María Martín, acompañada por la presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Inmaculada Alfageme, y por el especialista en Neumología del Hospital San Pedro e impulsor de la estrategia de EPOC para La Rioja, Carlos Ruiz, han presentado la nueva línea de actuación que se inicia este mismo mes en La Rioja, y cuyo objetivo es mejorar la atención al paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Esta línea de trabajo está enmarcada en la Estrategia de Atención al Paciente Crónico de La Rioja y en el III Plan de Salud.

El desarrollo tecnológico alcanzado en el ámbito sanitario en La Rioja, con una historia clínica electrónica única compartida, ha permitido el diseño de una Estrategia de EPOC de las más avanzadas del sistema nacional de salud.

Es importante destacar que, al tratarse de una enfermedad prevenible, generadora de alto grado de discapacidad, morbilidad y mortalidad, y habitualmente infradiagnosticada e infratratada, para conseguir la mejor atención y el más adecuado seguimiento de estos pacientes se han de tratar aspectos como la reducción de los factores de riesgo, evaluación multidimensional de la enfermedad, tratamiento de la EPOC estable, de las exacerbaciones y un manejo integral en las fases avanzadas de la enfermedad.

Con una prevalencia de 3.765 pacientes ya diagnosticados en La Rioja y con alrededor de 900 ingresos anuales, la EPOC ha sido una de las enfermedades crónicas priorizadas en la Estrategia de Crónicos de La Rioja. El objetivo final es mejorar la calidad asistencial centrada en el paciente y sus necesidades garantizando la continuidad asistencial.

Las características esenciales que reúne esta Estrategia en EPOC son que está centrada en el paciente; garantiza una atención integral, continuidad asistencial; incluye sólo actividades que aportan valor añadido; implica a todos los profesionales; es flexible para incorporar avances; y contempla un círculo de mejora continua.

La Estrategia estratifica a la población con EPOC en cuatro niveles de complejidad, para definir las acciones y utilización de recursos sanitarios más adecuada a cada situación en particular. Supera la tradicional división entre entornos asistenciales (primaria y hospital) y reconfigura el modelo de tal manera que el paciente se pueda mover sin barreras y con criterio clínico por los diferentes ámbitos asistenciales. Regula y clasifica las agudizaciones para garantizar la transición fluida del paciente cuando requiera un ingreso hospitalario (a veces periódico) o tras el alta hospitalaria para que exista contacto inmediato con su equipo de atención primaria u hospitalización a Domicilio para dar continuidad a los cuidados.

De esta manera, a los pacientes con EPOC leve, con escasos síntomas y deterioro leve de su función pulmonar, las acciones van encaminadas a mejorar el conocimiento, educación sobre la enfermedad, prevenir el tabaquismo y su tratamiento que es más simple se gestiona desde atención primaria (consejo médico, consejo de enfermería, vídeos “Cuida Tu salud” en www.riojasalud.es....). Por el contrario, un paciente del último nivel con una EPOC muy severa, es un paciente más frágil con comorbilidades asociadas, gran deterioro de su función pulmonar, insuficiencia respiratoria y con hospitalizaciones frecuentes, en este caso precisa de un abordaje más multidisciplinar en un entorno de atención especializada coordinado por parte de más especialistas (neumólogos, Unidad de Corta Estancia, terapias respiratorias domiciliarias, Hospitalización a Domicilio, programa de rehabilitación, de nutrición…hasta, en su caso, cuidados paliativos).

La Estrategia potencia el papel de la Atención Primaria como reguladora de los flujos de pacientes y coordinadora de los recursos sanitarios, para garantizar la continuidad asistencial a los enfermos con EPOC.

Prevalencia

La EPOC afecta a un 10.2% de la población adulta, genera el 10% de las consultas médicas e ingresos hospitalarios y es la cuarta causa más frecuente de muerte, la primera evitable, pues depende básicamente del tabaco. El desconocimiento general que existe sobre esta patología es lo que hace que apenas el 25% de los enfermos estén diagnosticados y un 75% tenga un diagnóstico subestimado.

La prevalencia de esta patología llevó, en 2011, a que los profesionales de la sección de Neumología del Hospital San Pedro, en colaboración con los de Atención Primaria, pusieron en marcha un programa multidisciplinar, coordinado entre niveles asistenciales, para la mejora del diagnóstico precoz de la EPOC, mediante la implantación de la teleespirometría (Espirometría digital).

Este programa pionero en España se basa en la realización de Espirometrías digitales, con los criterios de calidad establecidos en la Estrategia en EPOC del Sistema Nacional de Salud; donde se incorpora la espirometría en tiempo real y el informe en la Historia de Salud Electrónica de cada paciente, lo que posibilita la correcta interpretación de la prueba, el adecuado seguimiento y tratamiento del paciente en Atención Primaria en coordinación con Atención Especializada.

Con un diagnóstico precoz de la EPOC, se previene y retrasa el deterioro de la función pulmonar; se refuerza la intervención sobre los factores de riesgo (tabaco), disminuyen los costes sanitarios directos e indirectos, y además mejora el estado de salud y la calidad de vida del paciente por una intervención terapéutica farmacológica también más temprana, disminuyendo las agudizaciones y la morbimortalidad.

Qué es esta enfermedad y síntomas

Es una enfermedad que afecta a los pulmones y a los bronquios, en los que se produce una obstrucción que dificulta el paso del aire y evoluciona de forma crónica Se debe casi exclusivamente al humo del tabaco aunque hay otros factores, en menor medida, que pueden contribuir a su aparición como la exposición a la contaminación ambiental, la exposición ocupacional al polvo, a productos químicos…

Los principales síntomas de la EPOC son: tos, expectoración crónica e inicio paulatino de disnea (ahogo) hasta hacerse más intensa en los estadios más avanzados de la enfermedad.

Se trata de una enfermedad crónica y progresiva en el transcurso de los años y los tratamientos se orientan a frenar la progresión de la obstrucción bronquial, mejorar la calidad de vida y la supervivencia del paciente. Las actuales terapias han mejorado mucho el pronóstico. Y la primera medida es el abandono tabáquico. Con el hecho de dejar de fumar, en ocasiones se ha acabado con el problema; en los casos moderados y graves es preciso un tratamiento que asocia varios fármacos broncodilatadores y antiinflamatorios, aplicados mediante diferentes sistemas de inhalación. Si la enfermedad progresa y se instaura una insuficiencia respiratoria es preciso el uso de oxigenoterapia domiciliaria para prolongar la supervivencia.

Consejos para pacientes con EPOC:

1.- Dejar de fumar: es la principal y la primera medida para frenar la progresión de la enfermedad.

2.- Cumplimiento del tratamiento farmacológico: Es fundamental un adiestramiento correcto en la técnica de inhalación de los diferentes sistemas de inhalación de los fármacos broncodilatadores y antiinflamatorios que se usan para tratar la EPOC.  

3.- Ejercicio físico: Es el mejor instrumento de rehabilitación realizándolo con regularidad y con moderada intensidad, por ejemplo caminar.

4.- Dieta: Establecer una dieta saludable y equilibrada que permita alcanzar un peso normal evitando el sobrepeso y la desnutrición que a veces se asocian a la enfermedad.

5.- Medidas ambientales: Evitar la polución e inhalación de contaminantes como lacas, insecticidas, pinturas, detergentes, etc. Evitar cambios bruscos de temperatura y el excesivo frío.


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Fotografías: Eduardo Bastida