El pasado 8 de agosto comenzó la actividad en el nuevo PET-TAC del CIBIR, equipo instalado en el servicio de Medicina Nuclear. Al igual que la reciente RM del CARPA, también se trata de un equipamiento tecnológico financiado por el Plan de Inversión de Alta Tecnología Sanitaria (INVEAT).

El nuevo PET/TAC, cuyo importe asciende a 2.284.480 euros, amplía la capacidad y resolución del anterior equipo. Permite la toma de imágenes del organismo proporcionando información sobre aquellas zonas que presentan una mayor actividad metabólica (por ejemplo, los cánceres).

El jefe de Medicina Nuclear, Rafael Ramírez, sintetiza las ventajas del nuevo equipo en que presenta mayor precisión diagnóstica, sensibilidad, así como resolución espacial y proporciona menor dosis de radiación al paciente.

El PET-TAC es una prueba diagnóstica en la que se toman imágenes con el PET y con el TAC y posteriormente se procesan con un ordenador que combina las imágenes para componer un modelo en 3D con gran detalle.

La combinación de ambas pruebas ha supuesto un gran avance en el campo del diagnóstico en determinadas enfermedades, sobre todo en la detección precoz de algunos tipos de cánceres, constituyendo una de las técnicas de diagnóstico que más se emplea en oncología por todos los beneficios que ofrece.

Aunque el PET-TAC tienen una mayor aplicación en el campo de la oncología, también se está aplicando en la detección y diagnóstico de otros tipos de enfermedades.