Los acelerados cambios de las ciencias de la salud, así como el creciente pluralismo y modificación de los valores sociales que ponen un gran énfasis en la defensa de los derechos humanos, incluso de las personas enfermas, imponen nuevos retos a la ética sanitaria, para cuya solución se han mostrado insuficientes los códigos deontológicos profesionales y los tribunales de justicia. Para ayudar a resolver las nuevas cuestiones se están desarrollando nuevos cuerpos doctrinales, entre ellos la llamada Bioética o Ética aplicada a las ciencias de la vida, y en lo que concierne a la Salud del ser humano, la Ética Asistencial o Clínica. Algunas de las nuevas figuras desarrolladas por ésta han sido los Consultores y los Comités Asistenciales de Ética (CAE).

El origen de los comités de ética se remonta a los años 60 en EE. UU., época en la que los hospitales comienzan a disponer de tecnología compleja y de elevados costes. En principio fue la hemodiálisis la que hizo necesario tener que seleccionar a los pacientes no por criterios médicos, sino por la escasez de recursos para ser tratados. Esta situación impulsó la creación de comités para que establecieran los criterios de selección que permitiesen un mejor y más eficaz uso de los escasos aparatos disponibles. Cuando se tuvo conocimiento de que estos comités utilizaron la relevancia social de las personas como uno de los criterios para decidir quien debía ser tratado y quien no, fueron muy criticados por discriminatorios.

En 1970 en Massachusetts, se creaba el "Thanatology Committee" para intentar resolver los problemas éticos que planteaba el tratamiento de los pacientes con enfermedades en fase terminal.

Sin embargo, el impulso más importante para la creación de los Comités Institucionales o Asistenciales de Ética fue el "caso Quinlan" en 1976, al decidir la Corte Suprema de New Jersey, en Estados Unidos, que para tomar la decisión de separar a Karen Ann Quinlan, en estado vegetativo permanente, del respirador al que estaba conectada, previamente el Comité de Ética del centro donde estaba ingresada debía confirmar la imposibilidad de recuperación.

Dicha sentencia, junto con la recomendación del juez instructor de crear este tipo de comités en cada Institución para evitar que estos casos llegasen a los tribunales de justicia, impulsó a que en los seis años posteriores se crearan Comités en casi el 5 % de los hospitales estadounidenses de más de 200 camas.

En 1982, a raíz del caso "Baby Doe" se promulgó una legislación de modo que solo las instituciones que tuvieran Comités Asistenciales o Institucionales de Ética podrían recibir fondos federales. Esto hizo que en 1986 la cifra de hospitales con CAE alcanzara el 60 %. Actualmente los poseen la mayoría de ellos. Además se estima que los CAE contribuyen, en buena medida, a incrementar la calidad de la asistencia.

Nuestro ámbito

Para que la toma de decisiones en la asistencia sanitaria alcance los mínimos éticos, se precisa, ineludiblemente, de un ejercicio técnico-profesional correcto. Pero en ocasiones, aunque la práctica profesional sea adecuada, surgen conflictos de valores entre las distintas partes que intervienen en la relación sanitaria que no se logran resolver satisfactoriamente para todas ellas. Gran cantidad de problemas que afectan al mundo sanitario tienen su origen en los cambios tan acelerados a que está sometido en el último cuarto de siglo.

Numerosos profesionales en nuestro país han manifestado su creciente deseo de encontrar foros en los que plantear y debatir los problemas éticos ligados a la práctica sanitaria y encontrar ayuda en la resolución de este tipo de problemas.

Los métodos de análisis y propuesta de soluciones que la Bioética Clínica desarrolla, pueden contribuir a resolver los dilemas morales y con ello mejorar la calidad asistencial.

Por ello, el INSALUD está financiando la formación estructurada en Bioética de algunos de sus profesionales, sobre todo en torno a los cursos de Master y Experto en Bioética que se imparten en la Universidad Complutense de Madrid. Un considerable número de médicos y enfermeras, después de acabar su periodo de capacitación, están impulsando en sus hospitales la formación de grupos que puedan constituirse en Comités Asistenciales de Ética.

En marzo de 1995, la Dirección General del INSALUD emitió la Circular 3/95, del 30 de marzo en la que dio instrucciones para la formación de Comités Asistenciales de Ética y estipuló los siguientes requisitos para conseguir su acreditación por el INSALUD:

  1. Solicitud para ser acreditado del Director/a del Complejo Hospitalario y dirigida al Director/a General del INSALUD.
  2. Declaración firmada del Director/a del Complejo Hospitalario en la que se especificarán los medios materiales y recursos humanos de los que dispone el Comité para llevar a cabo sus funciones.
  3. "Curriculum vitae" de los miembros del Comité con especial mención de sus conocimientos y experiencia en Bioética Clínica.
  4. Reglamento de Régimen Interno de funcionamiento.

En el Complejo Hospitalario San Millán-San Pedro de Logroño, el Grupo de Trabajo en Bioética, un colectivo de médicos y profesionales de enfermería involucrado desde octubre de 1994 en un proceso de formación en ética asistencial, ha ido estudiando ampliamente los temas más importantes de la ética clínica (detallados en las memorias anuales del centro), la metodología de análisis de casos clínicos con problemas éticos y la bibliografía relacionada con ellos.

Además, ha elaborado su Reglamento de Régimen Interno (RRI) a lo largo de más de un año de discusión de diferentes borradores. Con ello creemos que se alcanzan los dos objetivos iniciales del Grupo de Trabajo en Bioética: autoformación suficiente y redacción de su RRI.

Posteriormente el Grupo de Trabajo se constituyó en Grupo Promotor del CAE del Complejo Hospitalario.

Sus propósitos fueron:

1º) Presentar dicho borrador para conocimiento público en la institución y recabar las opiniones de todos los sanitarios que desearan contribuir a la redacción definitiva del RRI. Las propuestas de modificación recibidas se discutieron en el seno del Grupo y algunas de ellas se incorporaron al borrador del RRI.

Este borrador, junto con el resto de los requisitos antes mencionados, se elevaron a la comisión de acreditación de CAE de la Dirección General de Atención Primaria y Especializada del INSALUD en Abril de 1997 para

2º) Constituir el CAE del Complejo Hospitalario San Millán-San Pedro de Logroño.