Uso razonado de la calefacción
La calefacción supone el 41% del consumo energético en un hogar durante todo el año, y eso que sólo se utiliza durante los meses de frío. Hay numerosas fórmulas de reducir el gasto, aunque las más efectivas son:
- La temperatura ideal de una casa en invierno es entre 19 y 21 ºC grados.
- Sustituya las ventanas de cristal simple por otras de doble cristal: así puede llegar a reducir a la mitad la energía que se pierde a través de las ventanas.
- Las válvulas termostáticas en radiadores y los termostatos programadores son soluciones accesibles, fáciles de colocar y que pueden amortizarse rápidamente por los importantes ahorros de energía (entre un 8 y un 13%)
- Si se ausenta por unas horas, reduzca la posición del termostato a 15ºC (la posición “economía” de algunos modelos corresponde a esta temperatura)
- No espere a que se estropee el equipo: un mantenimiento adecuado de nuestra caldera individual le ahorrará hasta un 15% de energía.
- El aire contenido en el interior de los radiadores dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior. Es conveniente purgar este aire, al menos una vez al año, al inicio de la temporada de calefacción. En el momento que deje de salir aire y comience a salir sólo agua, habrá terminado la purga.
- No cubra ni coloque ningún objeto al lado de los radiadores. Ello dificulta la adecuada difusión del aire caliente.
- Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas alrededor de 10-15 minutos: no se necesita más tiempo para renovar el aire.
Ahorrar agua caliente y energía
Existen multitud de formas de ahorrar en el consumo de agua, algo que a su vez incidirá en el gasto energético. Entre ellos destacan:
- Es muy importante que los depósitos acumuladores y las tuberías de distribución de agua caliente estén bien aisladas.
- Racionalice el consumo de agua. No deje los grifos abiertos inútilmente.
- Una ducha consume del orden de cuatro veces menos agua y energía que un baño.
- Evite goteos y fugas de los grifos. El simple goteo del grifo del lavabo significa una pérdida de 100 litros de agua al mes.
- Los reguladores de temperatura con termostato pueden ahorrar entre un 4 y 6% de energía.
- Los sistemas de doble pulsador o de descarga parcial para la cisterna del inodoro ahorran una gran cantidad de agua.
- En los grifos se pueden colocar reductores de caudal (aireadores).
Luz eficiente y duradera
La iluminación supone el 9% del consumo energético del hogar. El ahorro en este apartado se compone más de pequeños cambios en el comportamiento que de grandes acciones:
- Aprovechar la iluminación natural
- No dejar luces encendidas en estancias vacías
- Utilizar bombillas de bajo consumo, que consumen un 80% menos que las normales para un mismo nivel de iluminación y duran hasta ocho veces más. Eso sí, no son recomendables en lugares donde se encienda y se apague la luz de forma continuada.
- Las lámparas electrónicas duran más y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Se distinguen de estas principalmente por el peso: las convencionales suelen pesar más de 400 gramos y las electrónicas pesan unos 100 gramos.
Electrodomésticos
El 12% del gasto en energía dentro de casa se debe a los electrodomésticos:
- Elegir electrodomésticos de bajo consumo siempre es rentable a largo plazo.
- Apagar los aparatos cuando no estén en uso y no dejarlos en “stand by”.
- Desconectar los adaptadores que no estén utilizándose, ya que siguen funcionando.
- En los televisores, las pantallas LCD y LED ahorran un 37% de energía respecto a los aparatos tradicionales.
- Para las lavadoras conviene trabajar siempre a carga completa o adquirir un equipo que permita trabajar a media carga. El programa de baja temperatura será casi siempre suficiente para dejar limpia la ropa.
- La secadora consume más energía que un centrifugado. Es mejor utilizar el calor del sol para llevar a cabo esta tarea.
- Aprovechar el calor residual de las cocinas eléctricas.
- Utilizar el frigorífico con sentido común: no abrir la puerta de forma innecesaria, asegurarse de que el aislamiento funciona y colocarlo lejos de las fuentes de calor como el horno o la cocina.
- Para el frigorífico una temperatura de 6 ºC en el comportamiento de refrigeración y de -18 ºC en el de congelación son suficientes.
- Respecto al lavavajillas, su mayor gasto (80%) se produce al calentar el agua, por lo que los programas de ahorro que lavan a menor temperatura suponen un importante ahorro y no utilizar el lavavajillas hasta que esté completamente lleno a no ser que tenga la opción de ponerlo a media carga.