Las gafas de sol tienen como principal función proteger el ojo del exceso de luz y de las radiaciones nocivas no visibles. Por ello, cuando se vayan a adquirir deben tenerse en cuenta una serie de elementos:

  • Que esté marcada con el sello CE de la Comunidad Europea y que en la etiqueta figure la clase a la que pertenece o la categoría de su filtro.
  • En el etiquetado o en el folleto informativo deben aparecer el nombre y dirección del fabricante, las instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza y mantenimiento o desinfección aconsejados por el mismo, así como los consejos y advertencias de seguridad en caso de que, por ejemplo, estén fabricadas con un tipo de filtro que no sea apto para la conducción de vehículos.
  • El color de las lentes no siempre es símbolo de su protección. Algunas lentes blancas filtran el 100% de la radiación UV mientras que otras muy oscuras no filtran correctamente la luz UVA pero sí la visible, por lo que la dilatación de la pupila es mayor y también la cantidad de la radiación UVA que recibe el ojo.
  • Especial atención merecen los niños, ya que sus ojos son más sensibles que los de los adultos y absorben toda la radiación. Por tanto, no debe comprarles gafas de sol de juguete o que no cumplan estrictamente con la reglamentación de la Comisión Europea.
  • Déjese aconsejar en su elección de compra y acuda a ópticas u otros establecimientos especializados.
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