¿Qué es la legionella?
La Legionella es una bacteria Legionella Pneumophila que vive y se desarrolla en ambientes acuáticos naturales (ríos, lagos, embalses,..), desde donde puede colonizar los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades, incorporándose a las redes de agua de los edificios y a otros sistemas que requieren agua en su funcionamiento.
La legionella necesita unas condiciones determinadas para desarrollarse y multiplicarse hasta alcanzar concentraciones que puedan causar enfermedad (dosis infectiva), como son:
- Medio hídrico con temperatura entre 20 y 45ºC, por debajo de 20ºC la bacteria se encuentra en estado latente, a partir de 45ºC deja de multiplicarse y por encima de 70ºC muere. La tempera óptima de crecimiento es de 35-37ºC.
- El estancamiento del agua y la acumulación de nutrientes (algas, bacterias, amebas, lodos) constituyen el nicho ecológico adecuado para la legionella (biocapa).
- La presencia de incrustaciones que le sirven como estructura de asentamiento defensivo frente a la agresión de los desinfectantes.
¿Qué es la legionelosis?
La legionelosis es una enfermedad de origen ambiental, ocasionada por la bacteria legionella, que se puede manifestar de dos formas:
- Como una infección pulmonar caracterizada por una neumonía con fiebre alta “enfermedad del legionario”.
- Como un síndrome febril agudo de pronóstico leve “fiebre de Pontiac”.
¿Cómo se transmite?
La infección se contrae a través de las vías respiratorias por inhalación de aerosoles, los aerosoles se forman a partir de pequeñas gotas que pueden generarse al pulverizar el agua o insuflar burbujas de aire a través del agua. Las partículas pequeñas tienen mayor riesgo de infección ya que acceden más fácilmente a las vías respiratorias. variabilidad:
La enfermedad NO se transmite al beber agua, al ingerir alimentos, de persona a persona, ni de animal a persona.
¿Qué son instalaciones con riesgo de transmisión de legionella?
Se consideran instalaciones de riesgo, aquellas que permitan la supervivencia, crecimiento y multiplicación de la legionella y que formen y emitan aerosoles: grifos, duchas, bañeras de hidromasaje, etc.
En instalaciones individuales
Las instalaciones de mayor riesgo son las de agua caliente sanitaria, si dispone de acumulación de agua caliente, que acúan como reservorio y amplificadores de la bacteria, desde dónde se distribuye por la red de tuberías hasta las duchas dónde se forman los aerosoles que podemos respirar.
El riesgo en domicilios y viviendas particulares es bajo.
En instalaciones comunitarias
Agua ciente centralizada con depósitos comunitarios de almacenamiento de agua caliente y distribución a las viviendas, pueden suponer un foco de infección y colonizar desde allí las duchas de las viviendas.
El riesgo en instalaciones comunitarias puede ser mayor y requieren de un correcto mantenimiento.
Los sistemas de producción instantánea de agua caliente sin depósito acumulador- calentadores no conllevan riesgo.
¿Qué medidas se pueden adoptar para prevenir su presencia y proliferación?
Las medidas deben tender a evitar el estancamiento del agua, el acúmulo de nutrientes y el rango de temperaturas en el cual la bacteria se desarrolla.
En función de las instalaciones, las medidas se aplicarán en las instalaciones de la comunidad y en las viviendas particulares.
Si el edificio cuenta con depósitos, aljibes o tanques de reserva de agua fría de consumo humano:
Se recomienda establecer un programa de mantenimiento que incluya al menos:
- La comprobación de su estado, estructura.
- Deberán estar protegidos del calor excesivo y la de contaminación, se recomienda taparlos con una cubierta impermeable.
- Es importante que dispongan de algún sistema de renovación continua del agua, con entrada, salida, rebosadero y purga.
- Como norma general, se recomienda limpiarlos y desinfectarlos una vez al año.
Si el edificio dispone de un sistema de agua caliente centralizado:
Será necesario establecer un programa de mantenimiento, realizado por la comunidad o concertándolo con una empresa autorizada, que incluya la limpieza de los tanques y tratamientos anuales de carácter preventivo.
Si la vivienda dispone de un termo eléctrico o caldera de combustión con acumulador:
Se recomienda mantener la temperatura del acumulador por encima de los 60ºC y no apagarlo en horario nocturno.
En los elementos terminales de la red (grifos y duchas de la vivienda):
- Se recomienda evitar el uso de filtros y accesorios innecesarios, si existen deberá extremar su limpieza.
- Utilizar difusores de gota gruesa sobretodo en duchas.
- Purgar semanalmente aquellos grifos con poco uso, dejando correr el agua unos 5 minutos.
- Al menos una vez al año se recomienda desmontar los difusores y/o filtros y desinfectarlos, sumergiéndolos por ejemplo en lejía diluida.
- Eliminar las incrustaciones de cal mediante la aplicación de productos adecuados (vinagre y otros productos antical).
Si dispone de jacuzzis o bañeras de hidromasaje:
Se recomienda limpiar y desinfectar la bañera después de cada uso.
Si dispone de equipos de aire acondicionado:
Se recomienda que una vez al año limpie las bandejas de recogida de condensados y las desinfecte con lejía diluida.