Aunque puede afectar a cualquier articulación móvil, las más afectadas suelen ser rodillas, caderas y manos

Más de 500 millones de personas en todo el mundo padecen artrosis, una cifra que no deja de crecer. Se estima que esta cifra se ha incrementado en las tres últimas décadas en casi un 50%.  

La artrosis es la afección articular más común y se caracteriza por la destrucción del cartílago que recubre las superficies óseas. Dolor, rigidez, déficit funcional, debilidad muscular e hinchazón, son algunos de los síntomas que influyen en la pérdida de calidad de vida.

Puede afectar a cualquier articulación móvil pero las más afectadas suelen ser rodillas (casi el 60%), caderas y manos.

Aunque la artrosis es más común a medida que se envejece, también puede afectar a personas de 20-30 años. Hasta el 50% de los jóvenes y adultos jóvenes desarrollarán artrosis en los 10-15 años siguientes a una lesión articular.

La causa exacta no está clara, pero se sabe que hay ciertos factores que aumentan el riesgo: el envejecimiento, el desgaste mecánico de las articulaciones, el sobrepeso, la obesidad, las lesiones articulares previas o la genética…

No tiene cura ni existen fármacos que frenen su progresión. Hasta ahora, los síntomas se afrontan con antiinflamatorios y el dolor se palía con analgésicos. También hay cosas que se pueden hacer para aliviar el dolor asociado a la artrosis, como caminar y hacer ejercicios de fortalecimiento y equilibrio.

Muchas personas no utilizan las articulaciones doloridas por miedo a empeorarlas, a pesar de que cuando no las movemos éstas se vuelven rígidas y los músculos se debilitan. Sin embargo, el ejercicio y el movimiento son algunas de las mejores defensas contra la artrosis. Actúan como lubricante de las articulaciones y ayudan a mantenerlas sanas.

De hecho, los médicos recomiendan a los pacientes la práctica de la actividad física.

Lo conveniente es que un profesional indique cuáles son los ejercicios más adecuados, ya que sabe cómo tratar la enfermedad. La artrosis no está causada por el “desgaste” de la articulación debido al uso. Es una enfermedad que interfiere en la forma en que el cartílago de nuestras articulaciones se repara a sí mismo. No es inevitable y no todo el mundo la desarrollará al envejecer.

Precisamente el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas ha abordado la artrosis con motivo de su último Día Mundial, fecha que conmemoran el 8 de septiembre, y han resaltado el importante papel que juega la fisioterapia en la prevención y tratamiento de las personas afectadas.

La actividad física y los ejercicios de fortalecimiento y equilibrio pueden ayudar a mejorar el dolor, reducir otros síntomas y ayudar a las personas a mantenerse independientes. El fisioterapeuta podrá orientarte sobre cómo mantenerte activo.