El tipo de obesidad que deposita grasa en la cintura es la más peligrosa porque promueve alteraciones que actúan como factores de riesgo cardiovascular

Sabemos que tener un nivel alto de colesterol en sangre incrementa el riesgo de sufrir un infarto del corazón, pero quizá no tengamos tan asimilado que aunque tengamos valores “normales” de colesterol podemos sufrir un infarto o desarrollar otras enfermedades cardiovasculares como los accidentes cerebrovasculares o la enfermedad arterial de las piernas que da lugar a úlceras y amputaciones. Esto se debe a que, además del colesterol, existen otros procesos que influyen en las enfermedades de nuestro corazón y de nuestras arterias.

Desde hace 30 años uno de los factores que más afecta a nuestra salud y que ya se ha convertido en una plaga del estilo de vida occidental es la obesidad. En estas tres últimas décadas, en España hemos duplicado la tasa de adultos obesos y ocupamos los primeros lugares en obesidad infantil de Europa.

La medida del perímetro de la cintura, indicativa de tener o no obesidad abdominal, es uno de los elementos más fiables para conocer la probabilidad de sufrir riesgos cardiovasculares y diabetes. Esta sencilla prueba ayuda en el reconocimiento del Síndrome Metabólico que se trata de la presentación conjunta en una persona de patologías como la hipertensión arterial, la elevación de la glucosa en sangre o unos niveles altos de triglicéridos o bajos del colesterol ‘bueno’ teniendo como base la obesidad abdominal. Cuantos más componentes del Síndrome se padezcan mayor es la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, una diabetes o tener riesgo de padecer un infarto.

En el año 2005 la Federación Internacional de la Diabetes estableció el diagnóstico de Síndrome Metabólico como una medida del perímetro de la cintura mayor de 94 centímetros para los hombres y 80 centímetros para las mujeres, asociado además a dos elementos (triglicéridos superiores a 150 mg/dL, colesterol HDL inferior a 40mg/dL para los varones y a 50mg/dl para las mujeres, tensión arterial superior a 135/90 mmHg, o glucemia en ayunas por encima de 100mg/dL).

Lo mejor para prevenir o minimizar los riesgos de padecer el Síndrome Metabólico es cambiar de estilo de vida, lograr reducir peso a través de una dieta saludable y la práctica de ejercicio regular. Basta perder entre un 5 y un 10% de nuestro peso – equivalente a reducir un 30% el perímetro de la cintura – y mantenerse en forma para reducir a la mitad el riesgo de desarrollar una diabetes o dividir por tres el riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular.

Si pese a estas medidas, algunos de los elementos del Síndrome permanecen en valores patológicos será necesaria la medicación complementaria.

CONSEJOS

Aunque no padezca los síntomas anteriormente citados ni acumule grasa en el abdomen siempre es aconsejable seguir una dieta saludable con comida variada y suficiente para mantenerse en un peso. Además, es importante practicar algún tipo de actividad física de forma regular, al menos caminar ligero durante media hora o practicando algún ejercicio adaptable a la edad y a la condición personal.

Tampoco hay que olvidar la importancia de transmitir estos valores a los niños y adolescentes para combatir la cada vez más frecuente obesidad infantil.