El botiquín de viaje es una de las piezas imprescindibles en un equipaje si no queremos correr el riesgo de que se puedan arruinar nuestras vacaciones.

Sin olvidar que la automedicación no es aconsejable, lo cierto es que conviene dedicar un buen rato a su preparación porque de él depende que pequeños contratiempos se puedan solucionar de forma inmediata sin tener que sufrir dolores o sin tener que complicarse el día buscando un médico en el lugar de destino para algo que no reviste gravedad.

Conviene preparar el botiquín en nuestro lugar de origen para no llevarnos sorpresas. No siempre es fácil, si se trata de otro país, conocer el principio activo que necesitamos y que se puede estar comercializando con otro nombre y, además, las leyes cambian según los destinos y podemos encontrarnos con que en algunos lugares determinados compuestos pueden ser de difícil acceso. Y además está el tema, no baladí, de la variación de precios.

A continuación, sugerimos un conjunto de principios activos y útiles que pueden formar parte de un completo botiquín de viaje que se aconseja sea supervisado por un médico o farmacéutico.

Analgésicos, Antiinflamatorios y Antipiréticos

Ibuprofeno

Se emplea como antiinflamatorio en situaciones tan diversas como contracturas, dolores musculares o incluso de garganta o de cabeza, etc.

Paracetamol
Este analgésico se utiliza para aliviar cualquier tipo de dolor y disminuir la fiebre. También es útil para los dolores de cabeza iniciales producidos por el mal de altura.

Metamizol
Es un analgésico más potente que el Paracetamol y se puede utilizar para diversas dolencias como dolor de muelas.

Para problemas estomacales

Los cambios de horario y de alimentación pueden pasarnos factura en forma de diarrea, estreñimiento o molestias digestivas que pueden aliviarse fácil y rápidamente con estos medicamentos.

Antidiarreico
Para situaciones tan incómodas como la de no poder dejar de visitar el baño, una de las que más nos puede condicionar el viaje, la solución es un antidiarreico con principios activos como loperamida, hidrocloruro,  racecadotroil….

Suero Oral
Tras un episodio de este tipo es necesario recuperarse con un sobre de suero oral para evitar la deshidratación.

Laxantes contra el estreñimiento
Para cuando el problema es justamente el contrario y no hay forma de ir al baño  es importante recurrir a un laxante tipo microenema.

Antiácido
Para la acidez en el estómago: almagato

Pastillas potabilizadoras

Según el tipo de viaje puede ser muy beneficioso disponer de pastillas potabilizadoras con las que en sólo 30 minutos se puede disponer de agua para el consumo.

Antihistamínico para las alergias

Se utilizan para suavizar las irritaciones cutáneas, las picaduras de insectos y los estornudos relacionados con alergias primaverales como la gramínea, olivos, pelo de animales, etc.

En caso de infección

Cuando se trata de combatir una infección, es esencial acudir al punto de atención primaria del lugar de destino de nuestro viaje

Infección por hongos
Las largas caminatas pueden ocasionar problemas en las plantas de los pies tales como rojeces por el roce y dolor. Para evitarlo conviene aplicar polvos para prevenir la aparición de hongos en el calcetín con lo que se disminuye la sudoración y el mal olor.

Heridas, cortes y rozaduras

Puntos de aproximación
Son tremendamente útiles si nos hacemos un corte y no hay tiempo de ir a un médico.

Apósitos especiales para ampollas
Esta “segunda” piel ayuda a cicatrizar la ampolla y que no siga rozando en el calzado.

Clorhexidina o Povidona Yodada y Tiritas y Gasas
Ambos desinfectantes de heridas se pueden encontrar en formato de viaje. La Clorhexidina es más limpia (líquido transparente) mientras que la Povidona Yodada, mucho más utilizada, es más engorrosa. Por supuesto tiritas y gasas son imprescindibles junto a una tijera o en su defecto una navaja multiusos.

Protección solar

Aunque el destino no sea de playa lo habitual es que en vacaciones se incremente el tiempo de exposición solar. La crema solar ha de proteger de los rayos ultravioleta A y B y ser resistente al agua, aplicarse frecuentemente y de forma generosa. Es conveniente llevar, además, una loción para aliviar las quemaduras solares por si llegasen a producirse.

Repelente contra las picaduras de mosquitos

Aconsejamos buscar la marca más adecuada a la fauna y a la flora de la zona. Un remedio casero eficaz contra los mosquitos es embadurnarse de aceite.

Doxilaminasuccinato para ayudar al sueño 

Para combatir el insomnio ocasional, además de la valeriana tanto en pastillas como en hierbas.

Dimenhidrinato para mareos y nauseas

Los desplazamientos en barco, coche o autobús pueden provocar desagradables mareos que se combaten con fármacos compuestos a base de Biodramina que se presentan en forma de jarabe, comprimidos masticables o pastillas convencionales. Estas últimas son las más cómodas y prácticas para el botiquín de viaje. 

Medicación habitual

Los pacientes crónicos (cardiópatas, diabéticos, asmáticos, alérgicos, hipertensos…) o los que estén en tratamiento en el momento del viaje (anticonceptivos orales, antibióticos…) deben incluir estos fármacos en cantidad suficiente, preferiblemente junto a una copia de la historia clínica y un informe de su médico al respecto.

Atención médica en el extranjero

Recordar que ante cualquier situación de urgencia sanitaria hay que hacer uso de los servicios médicos del país.

Para recibir asistencia sanitaria en la mayoría de los países europeos debemos viajar con la tarjeta sanitaria europea que se puede solicitar en este enlace aquí. Para conocer las vacunas que debemos ponernos antes de viajar al extranjero pincha aquí.

Si se viaja a un país en que no tenga validez la tarjeta sanitaria europea, se recomienda suscribir un seguro de viaje con la cobertura médica adecuada.