María Jesús Chinchetru, endocrinóloga

En el último año hemos cogido de media entre 2 y 5 kilos. El confinamiento, el teletrabajo y la reducción de la actividad física nos han llevado a la mayoría a cambiar los dígitos en la báscula; aunque también ha habido quienes han bajado peso en los últimos doce meses debido a las preocupaciones o porque se han concienciado de la necesidad de tener un peso equilibrado. Pero lo cierto es que los problemas de sobrepeso y obesidad han aumentado considerablemente en las últimas décadas, con todos los problemas de salud que pueden llevar aparejados. No es cuestión de dietas: debemos aprender a comer e intentar aumentar nuestra actividad física diaria para mantenernos en un estado saludable.

Hablamos con la doctora María Jesús Chinchetru, endocrinóloga del Servicio Riojano de Salud quien nos ayuda a analizar la situación y nos aconseja sobre qué debemos cambiar en nuestros hábitos de vida.

A partir de los años 70, según datos de la propia OMS, se han triplicado los casos de obesidad ¿a qué se debe ese incremento?

La causa es clara y evidente, los hábitos de vida que tenemos. Antes se gastaban muchísimas más calorías en los trabajos, sin embargo, ahora la mayor parte de la gente trabaja sentada y no tiene un mínimo de actividad física, nos hemos vuelto muy sedentarios. Y también influye la forma de comer. No le dedicamos tiempo, no podemos ir a comprar productos frescos con frecuencia y compramos productos manufacturados y ultra procesados que tienen una mayor cantidad de azúcares, de grasas y de sal. Eso conlleva que hagamos una ingesta calórica superior a la que necesitamos y que con eso vayamos cogiendo peso poco a poco. Al final, sin darnos cuenta llegamos a unas cifras que ya son de obesidad o de sobrepeso.

En este último año, tras el confinamiento, ¿han detectado un incremento mayor?

En general este año ha sido terrible para las cifras de peso y sobrepeso. La gran mayoría de la gente ha cogido una media de entre 2 y 5 kilos respecto a marzo del año pasado. Muchos, al estar en casa encerrados, han comido cosas inadecuadas, se han movido menos y han cogido en torno a 5 kilos. Encontramos incluso casos más exagerados de personas que han engordado hasta 20 kilos. En el otro extremo encontramos personas, en un porcentaje mucho menos elevado, que han bajado de peso durante el último año porque han vivido con mucha preocupación y nerviosismo la pandemia, o porque han visto reducir su vida social y han aprovechado el confinamiento para hacer más ejercicio y comer mejor. Hemos tenido los dos extremos. Además, ha habido gente que al ver que la covid afectaba más a personas con sobrepeso se han concienciado y han hecho las cosas mejor y logrado bajar peso

¿Cuándo podemos decir que una persona tiene sobrepeso y cuándo que una persona es obesa?

Nosotros utilizamos el Índice de Masa Corporal, que es el peso dividido por la talla al cuadrado. Casi todo el mundo conoce el suyo, si una persona sobrepasa ese índice de 25 va a tener sobrepeso y si lo supera de 30, tiene obesidad. Pero puede que con el tiempo dejemos de utilizarlo porque ese Índice no valora bien la composición corporal y lo que queremos es que la gente tenga una composición corporal adecuada entre la masa, el músculo y el agua. Lo que nos interesa es que disminuya la grasa corporal, que tengamos una composición corporal respecto al músculo y grasa adecuados dependiendo también de nuestra edad y nuestro sexo y eso no lo mide el Índice de Masa Corporal.

¿Existe el peso ideal?

El peso ideal depende de muchísimos factores. Depende de nuestra complexión, de la etapa de la vida en la que nos encontremos, hay muchos condicionantes. El peso ideal genera mucha confusión y angustia porque hay que interpretarlo.

¿Existen factores de riesgo o situaciones que favorecen el sobrepeso?

Ya en el vientre de nuestras madres se va a determinar el peso que vamos a tener. Hay que ver si un paciente ha tomado fármacos como corticoides, antidepresivos, anticonceptivos … ver si una persona ha estado en reposo durante un largo periodo de tiempo; no es lo mismo una mujer postmenopáusica que una de 25 años o una madre en periodo de lactancia; son situaciones que van a influir y a las que hay que adaptarse.

¿Qué enfermedades están relacionadas con la obesidad y el sobrepeso?

Muchísimas. Desde la tendencia a tener más trastornos psiquiátricos y más trastornos de la conducta, desde las patologías cardiovasculares, colesterol y diabetes, enfermedades respiratorias, un curso de covid con mayor gravedad, muchas enfermedades osteoarticulares y hay bastantes tumores que se relacionan con pacientes que tienen obesidad. La obesidad y el sobrepeso afectan a toda la esfera de la persona, un paciente con cardiopatía si tiene cinco kilos de más va a llevar peor su enfermedad de corazón que otro que tiene 5 kilos menos; el peso también influye en una evolución más favorable de las enfermedades renales. Al final, afecta absolutamente a todo.

¿Se puede atajar?

Claro que sí. Primero tenemos que aprender a comer de una forma más saludable. Tenemos que dedicarle tiempo. Comemos cuatro o cinco veces al día y casi ni pensamos, llegamos al frigorífico y cogemos lo primero que tenemos y esa falta de control sobre lo que estamos ingiriendo es lo que va a producir la tendencia al sobrepeso. Es muy importante educar a la población en comer de una forma saludable y adecuada a cada situación. También es muy importante movernos más, dedicar más tiempo a ser más activos, hacer más ejercicio, hacer como mínimo esos famosos 10.000 pasos al día. Cumpliendo estas normas lo vamos a atajar.

Debemos aprender a comer, pero ¿cuáles son las líneas básicas de una comida saludable y adecuada?

A mí me gusta mucho la dieta mediterránea, en la que priman la fruta, verdura, pescado, huevo, carnes poco grasas, legumbres y frutos secos con aceite de oliva. Es la que ha demostrado que está asociada a un menor número de enfermedades. La dieta mediterránea no significa que vayamos a bajar de peso sino que vamos a estar más saludables. Es muy importante que nos mentalicemos de que la mitad de lo que comemos a lo largo del día tiene que ser fruta y verdura. Debemos tener en cuenta que las comidas proteicas deben tener pocas grasas, intentar primar la ingesta de pescado, huevos y de carnes lo menos grasas posibles. Y adaptar la ingesta de hidratos de carbono a nuestra actividad. Se le está cogiendo mucha manía al pan, pero el pan se puede comer, sólo hay que adaptarlo a lo que se gasta. También es muy importante comer entre dos o tres raciones a la semana de legumbres. Hay que comer grasa, casi el 30% a lo largo del día, pero debemos intentar que esa grasa sea saludable, que sea a través de aceite de oliva virgen extra, frutos secos, pescado azul o aguacate. Pero tenemos que dejar los productos procesados, los que no sean frescos.

¿Existe un perfil de persona obesa?

A medida que se van cumpliendo años, el metabolismo va disminuyendo y se coge peso con más facilidad. En la menopausia el metabolismo se reduce mucho y las mujeres pueden coger de 5 a 10 kilos, tienen más tendencia y más facilidad a coger peso. Pero en ese perfil solemos encontrar a un paciente que desde pequeño ha tenido sobrepeso, una persona que siempre ha estado a dieta y no ha conseguido su objetivo porque el mayor problema es la recuperación de peso después de haber hecho dieta, eso genera frustración.

¿Debemos prestar especial atención a la obesidad en los niños y adolescentes?

Por supuesto. Uno de los mayores problemas del confinamiento es que los niños no se han podido mover mucho, de hecho, se quitaron las actividades extraescolares y el deporte es esencial para los niños. Hemos visto muchos casos de niños durante el confinamiento que, por mucho que hemos intentado los padres, no se han podido mover igual y han cogido peso. Y luego está la comida. Si los padres comen mal los niños también van a comer mal, no les podemos pedir que coman fruta y verdura si no comemos nosotros. Los niños tienen gustos distintos, pero se van educando y cambiando según van creciendo. Si los niños ven que en su casa se come bien, serán adulos que coman bien, pero si ven en su casa que se come comida rápida tendrán esa tendencia. Los adolescentes tienen que estudiar mucho, son generaciones que están todo el día con la maquinita, que llevan una vida sedentaria y los índices de obesidad en esa franja de edad están creciendo, pero tenemos que procurar lo mismo que hagan ejercicio y aprendan a comer de una forma saludable.