José Luis del Río, jefe de Oftalmología del Hospital San Pedro 

El oftalmólogo recomienda cada media hora levantar los ojos de las pantallas y mirar por la ventana para evitar fatiga visual y sequedad ocular 

Una vez superado el mes y medio de confinamiento, nuestra meta es “vencer a la COVID”, un enemigo del que no sabíamos nada hace cinco meses y que ha irrumpido y trastocado todos nuestros planes y proyectos. Nos hemos visto obligados a adaptarnos a nuevas rutinas. Hemos aprendido a teletrabajar; los más pequeños a tele-estudiar; practicamos deporte en casa a través de la tecnología y “salimos” virtualmente con los amigos gracias a los diferentes sistemas de reunión que internet nos ofrece. Es evidente que en estos momentos nuestro día a día gira en torno a diferentes pantallas. Somos más tecnológicos que nunca y nuestros ojos han modificado su enfoque. El jefe de Oftalmología del Hospital San Pedro, José Luis del Río, nos da algunos consejos para superar los inconvenientes que para la salud del ojo conlleva esta nueva situación. 

El confinamiento ha cambiado nuestros hábitos y pasamos más tiempo expuestos a los dispositivos electrónicos ¿Es perjudicial para nuestros ojos?

Está claro. El sobreuso de las pantallas de visualización nos genera, por un lado, fatiga visual y, por otro, sequedad ocular. El ojo humano está preparado para funcionar de lejos y al trabajar de cerca, con los ordenadores o mucho más cerca con tabletas o móviles, el ojo mantiene una acomodación sostenida que provoca fatiga ocular. Por otra parte, el uso de estos dispositivos disminuye mucho la frecuencia del parpadeo y hace que el ojo se seque porque el cerebro detecta que las imágenes de las pantallas de visualización no son estáticas y entonces intenta no perderse nada y parpadeamos menos. Si además añadimos que estamos en un espacio interior, normalmente con calefacción, más seco, incrementa la sequedad ocular.

¿Qué cuidados debemos tener con nuestros ojos durante esta cuarentena?

En lo relacionado con las pantallas debemos hacer descansos metódicos. Cada media hora aproximadamente debemos parar un par de minutos, levantarnos del puesto de trabajo o de ocio y mirar por la ventana o darnos un paseo por el pasillo, debemos utilizar la vista de lejos y descansar, aunque sea uno o dos minutos. Hay que cortar el tiempo de exposición a la pantalla. También debemos acordarnos de parpadear porque no lo vamos a hacer de forma automática como lo hacemos habitualmente, entonces debemos acordarnos de hacerlo de forma consciente.

¿Cuáles son los síntomas que nos van a avisar de que estamos ante un problema de ojo seco?

El ojo seco tiene síntomas muy típicos y paradógicos porque muchas veces se manifiesta como sensación de sequedad, cuerpo extraño; pero otras veces se manifiesta como aumento del lagrimeo porque el cerebro detecta que el ojo está seco y manda estímulos para que se produzca más lágrima. Normalmente es una lágrima poco eficaz que no resuelve la situación de sequedad y entonces nos encontramos con que la sensación de sequedad ocular por el contrario puede ser un ojo lloroso.

¿Y cómo podemos tratar el problema?

Una vez que tenemos ya los síntomas de sequedad u ojo lloroso, podemos resolver el problema poniéndonos lágrima artificial. Hay muchísimas en el mercado y podemos ponérnosla frecuentemente con la tranquilidad de que no vamos a ocasionar ningún efecto secundario. 

¿Estos días las consultas están sólo para urgencias?

Yo diría más para emergencias y la gente lo entiende perfectamente. De hecho, la gente está viniendo tarde con problemas visuales importantes. Lo mismo nos está pasando en el resto de especialidades en el Hospital. La gente es consciente de que no debe salir de casa y además tiene mucho miedo por lo que está esperando más de la cuenta y nos está llegando gente con desprendimiento de retina con demasiado tiempo de evolución o con problemas que hubiera sido mejor ver un poco antes. Pero claro, para problemas de sequedad ocular ya te aseguro que no viene nadie. Ahora se está viendo lo que es realmente urgente y lo que no. Hemos pasado de tener todos los días más de 40 “urgencias” con unas comillas muy grandes, a tener una o dos durante esta temporada.

¿Qué nos puede alertar de que estamos ante un problema ocular grave y no debemos esperar?

Una pérdida de visión que se manifieste de forma súbita y que dure más allá de unos minutos debemos verla lo antes posible y cualquier situación de dolor, no de molestia porque molestias oculares tenemos todos a lo largo del día, me refiero a dolor ocular que no ceda con paracetamol también debemos verlo a la mayor brevedad.

¿Se pueden ver afectados nuestros ojos por el uso de las mascarillas?

Las mascarillas quirúrgicas o las higiénicas están pensadas para que no proyecte el estornudo o la tos, pero no ajustan a nivel de la nariz. Entonces la expiración normal dirige el aire hacia los ojos y las personas que llevan gafas ven que cuando tienen la mascarilla puesta se les empañan y eso hace que también el ojo se nos irrite bastante. Si vamos a tener mucho tiempo puesta la mascarilla tendremos que intentar que ajuste en la nariz para evitar ese flujo de aire expirado hacia los ojos.

La conjuntivitis está entre uno de los síntomas de la COVID

En el 1% de los pacientes puede producir una conjuntivitis vírica que puede estar o no acompañada de todo el complejo sintomático de la COVID 19, a veces horrible. A la mayor parte de la gente sabemos que produce una enfermedad leve o una infección asintomática y, en algunos casos, la única manifestación puede ser la conjuntivitis. Estos días hay gente que nos llama por teléfono porque tienen ojo rojo y les preocupa mucho que sea una conjuntivitis por COVID. Pero también estamos viendo muchos pacientes que tienen el ojo rojo derivado del exceso de limpieza, del uso de agentes irritativos, lejías, amoniacos que producen una irritación ocular, una conjuntivitis química, tóxica, que es mucho más frecuente que la que puede producir el virus. Otra cosa que estamos notando con el confinamiento es que se están bajando mucho las afecciones oculares causadas por la alergia estacional porque al estar la gente confinada la exposición a pólenes es muchísimo menor.