El 'Plan del uso racional de los medicamentos' une a los profesionales sanitarios en un objetivo común: la responsabilidad farmacológica

Una buena prescipción farmacológica ha de ser efectiva, es decir, debe cumplir su objetivo modificando el curso natural de la enfermedad y consiguiendo resultados en salud; segura, de forma que disminuya al máximo la aparición de efectos indeseables; apropiada al caso, mediante la reflexión personalizando su idoneidad en cada paciente; y económica de forma que, cumpliendo las premisas anteriores, contribuya al buen funcionamiento de un sistema de salud solidario y equitativo en la que los recursos son lógicamente limitados.

Bajo estas premisas, definidas ya por la Organización Mundial de la Salud en 1985, la Subdirección General de Farmacia comenzó a finales del año 2005 el diseño de un plan para promover el uso racional de los medicamentos entre los profesionales sanitarios y los ciudadanos.

"No se trata de recortar el gasto sin más y sólo apostar por el consumo de medicamentos genéricos, sino de buscar sistemas que garanticen que el consumo de fármacos sea el necesario, siempre basados en criterios de calidad, seguridad y eficiencia (que es la eficacia del medicamento a un coste adecuado y razonable)", destaca José Ignacio Torroba, máximo responsable de este departamento y uno de los impulsores de una serie de medidas que "también inciden en que los profesionales sean conscientes y participen en este objetivo". Para ello, se han elaborado una serie de objetivos acompañados de medios humanos y técnicos y organismos para que este plan se vaya cumpliendo.

Nuevos puntos de consenso y participación

El Centro Riojano de Información y Seguridad de los Medicamentos y Productos Sanitarios (CERISME) es un nuevo organismo encargado de que la información independiente sobre los medicamentos llegue a los facultativos, para lo cual ya ha editado el primer número de un boletín informativo.

Compuesto por médicos, farmacéuticos y especialistas en farmacología clínica, el CERISME, junto con la Comisión Autonómica de Farmacia, son dos órganos en los que los profesionales sanitarios pueden aportar sus sugerencias, proyectos y colaborar en el impulso de la utilización racional de los medicamentos y en el desarrollo de actividades relacionadas con el plan.

En esta línea formativa, desde el año pasado cada facultativo ya conoce su perfil de prescipción y una seria de indicadores que evalúan si este perfil se ajusta a criterios de calidad, seguridad y eficiencia. Según José Ignacio Torroba, "cada año se consensuan objetivos sobre la prescripción de medicamentos.

Tratamos de incidir en la responsabilidad que los profesionales sanitarios tienen en el coste y el buen uso de los recursos sanitarios del sistema. Queremos poner a disposición del personal sanitario las herramientas para conseguir que el porcentaje de incremento del gasto en medicamentos que el año 2005 tuvo un 6,36% de ascenso, se acerque a la media nacional, que rondó el 5,5%, sin rebajar la calidad de los medicamentos que prescriben".

El plan también contempla el aumento de la calidad y cantidad de los ensayos clínicos con medicamentos que se realicen en La Rioja. Se trata de profundizar en el conocimiento de los medicamentos, aspoecto que será desarrollado a través del CIBIR.

Objetivos y medios para impulsar el uso racional de los medicamentos

  • Información independiente sobre medicamentos. Divulgar los criterios de la utilización racional de los mecdicamentos en La Rioja, con especial incidencia en su evaluación y en la elaboración, revisión y promoción de guías farmacoterpéuticas, protocolos, equivalencias terapéuticas, estudios de utilización de los medicamentos y elaboración de boletines informativos.
  • Formación para profesionales y educación sanitaria para población. Actividades formativas para fomentar la prescripción con criterios basados en la evidencia científica, valoración de la aportación de las novedades diagnóstica y terapéuticas, estudios comparativos, etc. Impulsar el cumplimiento terapéutico, la automedicaicón responsable, el uso adecuado de antibióticos, evitar la acumulación de medicamentos en el domicilio, forma de tomar correctamente los medicamentos habituales, genéricos, promoción de hábitos que previenen la aparición de patologías, etc.
  • Seguridad y Farmacovigilancia. Los profesionales sanitarios tienen la obligación de notificar las reacciones adversas a medicamentos y productos sanitarios al Centro Autonómico de Farmacovigilancia para mejorar la seguridad de los medicamentos, lo que ha llevado a cambios en las condiciones de su utilización, inmovilizaciones e incluso retiradas del mercado de algunos medicamentos, siguiendo recomendaciones y soluciones de la OMS.
  • Potenciar el uso de medicamentos genéricos. Facilitar la identificación de los medicamentos por su principio activo, la prescripción y el uso de medicamentos genéricos (un 13% en La Rioja) evita confusiones y duplicidades, además de contener el crecimiento de la factura farmacéutica.
  • Compra centralizada en los hospitales. Unificar las referencias y los catálogos de medicamentos y productos sanitarios en La Rioja y mejorar las condiciones económicas de las adquisiciones para atender a los centros hospitalarios, consiguiendo así mejores precios y optimizar la logística.
  • Prescripción informatizada y receta electrónica. La prescipción informatizada en los centros sanitarios reduce los tiempos de consulta y espera, y evita errores de interpretación y lectura. El desarrollo de la historia clínica electrónica prevé la implantación de la receta electrónica, a través de la unión de la red de prescripción de los centros sanitarios con la red informática de las oficinas de farmacia y la supresión de la receta en papel.
  • Programa de información de la prescripción de los facultativos. Envío mensual a cada médico de sus perfiles de prescripción (lo que prescribe cada médido) referenciado a indicadores pactados, como medida de evaluación de la utilización de los medicamentos que prescribe y responsabilización de costes. Esta información incluye indicadores de calidad cualitativos y cuantitativos que se consensuan cada año entre la dirección y el personal sanitario.
  • Atención farmacéutica personalizada en las oficinas de farmacia. Impulso del seguimiento farmacológico individualizado en pacientes crónicos, pacientes mayores polimedicados y colectivos con patologías diversas. Los farmacéuticos deben implicarse en el tratamiento terapéutico y en la detección de posibles efectos adversos y problemas relacionados con el uso de los medicamentos, colaborando con el resto de los profesionales sanitarios en el aumento de los resultados en la salud de los pacientes.
  • Seguimiento de las actividades de visita médica realizadas por la industria farmacéutica. Supervisión de las actividades de visita médica, de modo que la información proporcionada se ajuste a unos criterios de calidad y conocimiento científico.
  • Plan de Inspección de Farmacia. Control de las actividades de las oficinas de Farmacia ubicadas en La Rioja para garantizar el cumplimiento legislativo en los establecimientos dedicados a la distribución y venta de medicamentos y productos sanitarios.
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