Cuando el amamantamiento dura más allá del tiempo en el que la mayoría de las madres dentro de la sociedad a la que pertenecen ya han destetado, hablamos de lactancia prolongada. Entre nosotros se utiliza este término cuando el niño amamantado es mayor de 12 meses de edad.

Lactancia prolongadaNo es una costumbre moderna, sino que ya en las civilizaciones antiguas existen documentos que avalan que la lactancia se prolongaba hasta que el niño o la niña podían lograr una nutrición completa.

El desconocimiento sobre los beneficios de la lactancia materna, y la falta de apoyo social y de asesoramiento adecuado, dificultan la posibilidad de que una madre logre su deseo de mantener una lactancia prolongada, pero los estudios indican que las madres que siguen amamantando a sus hijos de 2, 3 ó 4 años o más son más numerosas de lo que la mayoría de la gente cree porque gran parte de ellas permanecen invisibles a propósito.

Hasta los 6 meses de edad, la Organización Mundial de la Salud recomienda lactancia exclusiva, y a partir de esta edad los niños deben comenzar a recibir otros alimentos que complementen a la leche. Tanto la OMS como la UNICEF recomiendan amamantar al menos dos años.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños sean amamantados al menos durante 12 meses, y después de eso, durante todo el tiempo que tanto la madre como el hijo deseen hacerlo, porque, aún mucho después del primer año de vida, la leche materna continúa proporcionando cantidades sustanciales de nutrientes clave, especialmente proteínas, grasas, y la mayor parte de las vitaminas.

Los niños de 12 a 23 meses que siguen lactando, toman un promedio de 550g al día y los de 2 años, 300 gr.

Entre los beneficios de mantener la lactancia prolongada, se encuentran:

  • Disminuye la prevalencia de obesidad en la infancia
  • Ofrece protección frente a la diabetes tipo 1
  • Los niños que aún son amamantados entre las edades de 16 y 30 meses, tienen menos enfermedades, y de más corta duración, que los que no son amamantados.
  • Les permite aliviar frustraciones, choques, golpes, y tensiones diarias. Tienen menor riesgo de desórdenes de conducta y menores niveles de ansiedad.
  • Cociente Intelectual (IQ) más elevado, mejor lenguaje y obtienen notas mejores en el colegio en los años posteriores.

Por otra parte no hay documentación que indique que los alimentos suplementarios sean rechazados más frecuentemente por los niños amamantados que por los ya destetados y no se ha demostrado que aumente el riesgo de caries.

No olvidemos que al ofrecer el pecho no sólo le están nutriendo, también le ofrecen consuelo, seguridad, calor, y afecto necesarios para el desarrollo integral del bebé.

Y también prolongar la lactancia conlleva beneficios para la madre:

  • Retrasa el regreso de la fertilidad al suprimir la ovulación.
  • Reduce el riesgo de cáncer de ovarios, uterino, endometrio y mama, con asociación inversa significativa entre la duración de la lactancia y el riesgo de cáncer.
  • Protege contra la osteoporeosis.
  • Disminuye los requerimientos de insulina en mujeres diabéticas, y
  • Las mujeres tienden a perder peso más fácilmente.
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