• La ansiedad es una emoción básica del ser humano, que cumple una función importante en la persona y que es normal en los seres humanos. Se activa ante situaciones que entrañan algún tipo de peligro y hace que la persona adopte medidas que le permiten afrontarla.
  • La ansiedad es patológica cuando es de una intensidad desproporcionada al estímulo o cuando se presenta independientemente de situaciones de peligro.
  • Los síntomas de ansiedad pueden manifestarse de forma episódica o de forma continua. Estos síntomas pueden también estar presentes en otras enfermedades psíquicas como la Depresión y también en enfermedades físicas como hipertiroidismo y otras enfermedades.
  • Los episodios de aparición brusca y duración de unos minutos son lo que se denominan crisis de pánico, que son los que más malestar y atención sanitaria ocasionan en los pacientes. Se manifiestan como una vivencia intensa de miedo (pánico) frecuentemente acompañado de sensación de muerte inminente (por ejemplo, como un ataque al corazón, forma de miedo a perder el control o a enloquecer). En ocasiones se acompañan de sentimientos de irrealidad referidos a su propia persona o al entorno inmediato.
  • También se manifiesta con mucha frecuencia con síntomas físicos como taquicardias, sudoración, mareos, temblores.

¿Qué hacer cuando padecemos estos síntomas?

  • Acudir a su médico de familia, que establecerá un diagnóstico, mediante una entrevista que permitirá que usted evoque aspectos relacionados con acontecimientos vivenciales, con el estrés de su vida diaria, factores muy frecuentemente desencadenantes de los síntomas que anteriormente hemos señalado.
  • En ocasiones le podrán solicitar pruebas analíticas que le permitirán descartar la ansiedad secundaria a algunas enfermedades somáticas.

¿Qué tratamiento se puede instaurar?

  • Habitualmente es suficiente con que un médico o personal sanitario, le informe acerca de la naturaleza de este trastorno, y le anime a desarrollar pautas para afrontar estas dificultades.
  • Se recomiendan técnicas de relajación y ejercicio físico, así como formas de integración social, desarrollo de actividades de ocio y cultura que abran nuevas posibilidades de desarrollo personal.
  • Los tratamientos farmacológicos con benzodiacepinas pueden ser muy útiles para aliviar síntomas de ansiedad, durante periodos breves de tiempo, normalmente inferior a tres meses o en momentos concretos de presencia e intensificación de síntomas.
  • Si el tratamiento es a base de benzodiacepinas y lleva un tiempo tomándolas, es conveniente que no las retire de manera brusca, aconsejando que lo haga de manera paulatina, si es que han desaparecido los síntomas.
  • Es necesario mantener, en muchas ocasiones, el tratamiento de forma prolongada, siendo conveniente que lo haga con una supervisión de su médico. Nunca mezcle los tratamientos farmacológicos con alcohol.
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