Aunque este año, debido a las fases de la desescalada, la llegada a la época estival ha sido más incierta que nunca, desde hace unas semanas el verano ha llegado con fuerza. A las habituales temperaturas sofocantes, el calor intenso o los baños en playas, piscinas o ríos, se unen las nuevas recomendaciones para convivir con el coronavirus y disfrutar así de unas vacaciones ‘seguras’.

Como cada año es importante señalar que evitar los efectos negativos que el calor y el sol pueden tener en la salud, es sencillo. Solo hay que seguir una serie de consejos generales, aunque como bien sabemos el calor no afecta a todas las personas por igual, los colectivos más vulnerables son las personas mayores, personas con enfermedades crónicas, niños y niñas menores de 4 años y mujeres embarazadas.

HÁBITOS SALUDABLES PARA PROTEGERSE DEL SOL Y EL CALOR

• Hidrátate sin esperar a tener sed, es recomendable beber líquidos en abundancia evitando las bebidas alcohólicas, las muy azucaradas y las que contengan cafeína.
• Aumenta el consumo de frutas y verduras, procura hacer comidas ligeras y que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas…).
• Mantén la cadena de frío de los alimentos. Para ello es necesario tener control de la temperatura del frigorífico y no dejar un plato recién cocinado a temperatura ambiente más de dos horas, es la mejor manera de evitar intoxicaciones alimentarias.
• Evita la exposición solar en las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas, para no tener quemaduras. Tras un período de baja o nula exposición al aire libre, debido al confinamiento, el riesgo es mayor y por eso es conveniente ser aún más cuidadosos con el sol.
• Utiliza crema fotoprotectora media/alta y adecuada a cada tipo de piel. En las pieles grasas, secas, sensibles y niños nunca por debajo de FPS 30. Si es posible es recomendable aplicarlas en casa, con la piel limpia y reaplicar con cierta frecuencia. Cabe señalar que un índice de protección alto no sólo protege de las quemaduras, sino que, además, permite broncearse con mayor seguridad y de forma más duradera. No hay que olvidar que la piel tiene memoria y que sufrir quemaduras solares durante la infancia aumenta el riesgo de tener melanoma de adultos.
• Existen medicamentos que provocan reacciones con el sol, consúltalo con tu médico para tener toda la información antes de la exposición.
• Durante el día busca ambientes frescos y planifica las actividades en el exterior durante las primeras horas del día o al atardecer, evitando, sobre todo, realizar actividades de alta intensidad durante las horas centrales del día.
• Por la noche abre ventanas y sube persianas para ventilar y refrescar las estancias de la casa.
• ¿Cómo actuar si a alguien le está dando un golpe de calor?
  Si te encuentras a una persona con una temperatura elevada, piel roja, caliente y seca, pulso fuerte y acelerado, dolor de cabeza y mareo puede ser que tenga un golpe de calor. Para ayudarle debemos aplicar el protocolo PAS: Proteger, aleja a la persona de la fuente de calor, alertar (llama al teléfono de emergencias 112 y sigue sus indicaciones) y socorrer, traslada al afectado al lugar más fresco posible, quitándole la ropa y procura enfriarlo mediante compresas de agua fría.

PAUTAS PARA EVITAR ACCIDENTES EN EL AGUA

Otro de los remedios más habituales para combatir el calor es darse un refrescante baño en piscinas, playas, ríos o lagos. Pero también es importante mantener algunas recomendaciones para hacer que las zonas de recreo sean un lugar seguro para el disfrute y donde divertirse sin tener ningún contratiempo. No hay que olvidar que hay accidentes, tanto dentro del agua con caídas, golpes y contusiones provocadas al tirarse, como cortes de digestión o ahogamientos que pueden prevenirse siguiendo unas normas básicas.

• Evita bañarte mientras estás haciendo la digestión, especialmente tras comidas copiosas. No es adecuado meterse en el agua inmediatamente después de comer bastante o cuando llevamos mucho tiempo al sol, bañarse de golpe.
• NO te tires de cabeza en lugares de fondo desconocido o cerca del bordillo para evitar traumatismos.
• NO es conveniente hacer juegos bruscos como dar empujones alrededor de la piscina, saltar uno por encima del otro o hundirse.
• NO dejes a un niño solo cuando esté en el agua o cerca de ella, aunque sepa nadar o esté equipado con flotador. Según la OMS la mayoría de los ahogados en España son niños.
• Si eres mayor o padeces algún problema de salud, disfruta del baño en compañía. No te alejes de la orilla si no sabes nadar y sal enseguida del agua si te encuentras cansado o sientes frío.
• NO sobrevalores tu actitud como nadador, incluso si dominas la técnica, a veces se producen calambres en las piernas, pies o muslos que dentro del agua pueden resultar peligrosos.
• Si observas a un bañista con problemas, y estás en la playa o en una piscina pública, NO actúes de manera impulsiva y en solitario. Lo más recomendable es acudir o avisar a personas especializada.
• Y lo más importante. Sigue en todo momento las indicaciones de los socorristas.

¿Qué hacer en caso de ahogamiento?

Aplicar el ya conocido protocolo PAS. Una vez alertado al 112, lo primero es sacar a la persona del agua, siempre que no sea un peligro para ti mismo. Una vez fuera del agua hay que comprobar si está consciente y respira, en caso negativo tenemos que iniciar la Respiración Cardiopulmonar: realiza 5 ventilaciones boca a boca y seguidamente 30 compresiones, luego realiza 2 ventilaciones y continúa con ciclos de 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que llegue la asistencia sanitaria.

Con nociones básicas de primeros auxilios podemos salvar muchas vidas.

CONSEJOS PARA PREVENIR IRRITACIONES POR EL USO DE MASCARILLAS

A las habituales recomendaciones veraniegas se unen en este año 2020 las relativas al uso obligatorio de la mascarilla, así como la extrema precaución en las medidas de higiene con el continuo uso de geles o jabón para el lavado de manos, debido al coronavirus.

La mayoría de la población convivimos desde hace tiempo con las mascarillas, de uso obligatorio en La Rioja para las personas de seis o más años en todo momento independiente de que se pueda mantenerse o no la distancia física de seguridad de 1,5 metros desde el pasado 3 de julio de 2020. Todo hace indicar además que tendremos que utilizarlas durante varios meses motivo por el que, ante la aparición de problemas cutáneos en parte de la población, los expertos recomiendas algunos consejos a tener en cuenta antes, durante y después del uso de la mascarilla.

Entre los problemas dermatológicos más comunes está la piel seca, la extrema sensibilidad con dermatitis por fricción o dermatitis de contacto irritativa de las mascarillas en ciertas zonas de la cara como nariz, orejas o mejillas o las pápulas (granos). Por este motivo antes de ponerse la mascarilla los expertos indican que es importante hidratar la piel, todos los días, mañana y noche con cremas adecuadas para cada edad y tipo de dermis. Para las personas que vayan a pasar alrededor de 12 horas con una mascarilla o un EPI es recomendable, inmediatamente antes de ponerse una mascarilla, utilizar algún producto que disminuya la fricción o el roce, y que aumente el aire entre la piel y el protector, como la vaselina pura no perfumada que se puede aplicar en las zonas más prominentes de la cara (tabique nasal y pómulos). Los expertos también recomiendan que, si vamos a pasar jornadas intensivas con mascarilla, se evite el uso de maquillajes como bases y correctores, al menos en la zona que va a quedar bajo la mascarilla, porque podría obstruir los poros y provocar brotes de acné.

Según señalan los profesionales, la medida más importante tras quitarse la mascarilla para prevenir la irritación y los brotes en la piel es mantenerla limpia e hidratada. Lo recomendable es lavarse la cara con agua templada y utilizar un limpiador con un pH equilibrado que elimine los residuos de grasa, suciedad y bacterias pero que al mismo tiempo sea suave con la piel. A la hora de elegir un limpiador, hay tres características clave: que no tenga fragancia, que no sea comedogénico y que no irrite la piel.

CUIDADO CON EL USO DE GELES HIDROALCOHÓLICOS

Otro de los hábitos de higiene sobre los que más hincapié hacen habitualmente los médicos, y que ha sido más importante aún tras el coronavirus, es el lavado frecuente de manos. Desde marzo el uso de geles hidroalcohólicos se ha extendido y forma ya parte del cuidado diario pero los dermatólogos desaconsejan su uso en la playa debido a que su alto porcentaje de alcohol, en combinación con la luz solar, puede provocar quemaduras, sobre todo en pieles sensibles como la de los niños. Por este motivo, y debido a que no entraña ningún riesgo para nuestra piel, los expertos recomiendan que es mejor lavarse las manos con agua y jabón como medida para evitar el contagio.