El 45% de los fumadores que han participado en los programas de deshabituación tabáquica continúan sin fumar a los seis meses

Desde 2005 han participado en estos programas más de 12.000 riojanos

El 45% de las personas que han participado en los programas de deshabituación tabáquica puestos en marcha por la Consejería de Salud y Servicios Sociales siguen sin fumar a los seis meses posteriores a la finalización del tratamiento.

Así se constata en el estudio realizado por el Observatorio Riojano de Drogas sobre la Evaluación de la Efectividad del Programa de Intervención en Tabaquismo desde Atención Primaria de Salud en La Rioja, que ha sido presentado por el Consejero de Salud y Servicios Sociales, José Ignacio Nieto y el Director General de Salud Pública y Consumo, José Miguel Acítores.

Este estudio, el primero que realiza el Observatorio riojano, tiene como objetivo no solo conocer la efectividad de los tratamientos en el abandono de la adicción tabáquica, sino también conocer el desarrollo y la dimensión social de las políticas en materia de tabaco que está desarrollando la Consejería de Salud.

En ese sentido. El estudio, además de analizar los niveles de abstinencia/abandono del consumo del tabaco, tiene también por objetivo conocer el nivel de adherencia a los distintos tratamientos farmacológicos entre los participantes en el programa de deshabituación, conocer el grado de satisfacción de los participantes en el programa con la atención recibida por parte del personal médico y de enfermería y por último conocer el impacto que el programa de deshabituación tiene sobre la salud de las personas que han participado en el mismo.

Las conclusiones del estudio indican que el abandono del tabaco a los seis meses de la finalización ha sido superior en el caso de los hombres (el 50.3% se ha mantenido los seis meses sin fumar) que en las mujeres (el 39,4%). De igual manera los mayores de 51 años también han sido más consecuentes con el abandono del tabaco, que en los más jóvenes (el 49,6%, frente al 41,9%).

Igualmente, de los datos del estudio, se traslada una mejora sustancial en la percepción que los pacientes tienen de su estado de salud, en particular, en el caso de aquellos que siguen sin fumar tras completar el tratamiento. Más de la mitad de los exfumadores que antes consideraban malo o muy malo su estado de salud, la valoran ahora positivamente como buena o muy buena. De hecho, los participantes en el programa han reducido notablemente su nivel de consultas en los servicios de Atención Primaria.

Los pacientes se muestran igualmente muy satisfechos con la atención prestada en el contexto del programa, alcanzando una valoración media de 8,56 puntos en una escala de 0 a 10. De forma consecuente, la mayoría de las personas que ha dejado de fumar el (81%) opina que el programa les ayudó mucho o bastante para dejar de fumar.

No obstante, en este apartado, la valoración general se reduce en gran medida cuando se les pide que valoren la utilidad atribuida a los parches de nicotina. Sólo el 54,6% considera que este método ayudo mucho o bastante. Un dato que contrasta con aquellos que fueron tratados con bupropión o vareniclina que consideran en un 88,4% y un 87,0% que el tratamiento fue importante para dejar de fumar.

Una de las notas más negativas del estudio es el bajo nivel de adherencia al tratamiento farmacológico, como lo confirma la presencia de un 56,2% de pacientes que abandonaron la medicación prescrita antes de completar el tratamiento; especialmente en el caso de los pacientes de 19 a 39 años, las mujeres y los tratados con vareniclina.

La principal razón que esgrimen aquellos que han abandonado el tratamiento son los efectos secundarios de la medicación; este factor es especialmente relevante en el caso de los parches de nicotina (el 39,4% argumento así su decisión de abandono) y en el de la vareniclina (el 38,8%).

Éxito de las políticas antitabaco del Gobierno de La Rioja

El hecho de que prácticamente 1 de cada 2 riojanos que ha participado en los programas de deshabituación tabáquica haya dejado de fumar, confirma claramente que las políticas que la Consejería ha llevado a cabo en esta materia se están saldando con un resultado netamente favorable.

Quedan aún aspectos de mejora como la mayor implicación del profesional sanitario, que se va a lograr a través de las directrices que marca el Plan de Tabaquismo puesto en marcha el pasado año, lo cierto es que queda demostrado, que la concepción del tabaquismo en primer lugar como un problema de salud pública, en el que el principal objetivo debe ser la no incorporación de nuevos fumadores y la ayuda a aquellos que quieren abandonar el hábito; es una solución más práctica que la mera prohibición y persecución, sin ofrecer alternativas, de los fumadores.

La Rioja es, junto con Navarra, la única comunidad del país que ofrece terapias para dejar de fumar en la que se incluye el empleo de fármacos. El coste anual de estas terapias es de alrededor de 300.000€, una cantidad sensiblemente inferior a los costes sanitarios estimados del tratamiento de las enfermedades derivadas del tabaco.

El programa Intervención en Tabaquismo desde Atención Primaria de Salud (ver Observatorio riojano) se implantó en La Rioja en el año 2005 y en él han participado hasta el momento 12.668 fumadores, de los que han conseguido una abstinencia superior a los seis meses tras cumplir el tratamiento, aproximadamente unos 5.700
También está demostrado, según el estudio, que la probabilidad de abandonar la medicación sin recibir seguimiento por parte del personal sanitario es más del doble que teniendo este seguimiento.

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