Esta iniciativa contempla desde aulas presenciales, talleres de formación, hasta conectividad de pacientes entre sí y con los profesionales mediante blogs, mensajería y redes sociales.

Esta iniciativa, que surge de la Estrategia de la Enfermedad Renal Crónica en La Rioja, se pone en marcha hoy en el CIBIR y contempla desde aulas presenciales, talleres de formación, hasta conectividad de pacientes entre sí y con los profesionales mediante blogs, mensajería y redes sociales

María Martín, consejera de Salud, acompañada por José Javier Castrodeza, Secretario General de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y por Emma Huarte, jefa de la sección de Nefrología del Hospital San Pedro, ha presentado la primera Escuela de Pacientes de La Rioja. Con posterioridad en el edificio del CIBIR, se realizará una sesión informativa detallada del Proyecto, a la que van a asistir pacientes, profesionales de especializada y los coordinadores de las diferentes estrategias de atención al paciente crónico. Se trata de la primera experiencia formativa que se extenderá al resto de estrategias de crónicos de la Comunidad ya presentadas (EPOC) y próximas (diabetes, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial).

Esta iniciativa que hoy se pone en marcha, surge de la Estrategia Global de Atención al Paciente Crónico en La Rioja y, más concretamente, de la estrategia específica para la enfermedad renal crónica, presentada en noviembre de 2015, y que recopila el abordaje global de una patología crónica prevalente.

Uno de los objetivos generales de la Estrategia de la Enfermedad Renal Crónica es la promoción y la mejora de la salud renal de la población desarrollando actividades de prevención, promoción y de educación para la salud. Y uno de los objetivos específicos recogidos es formar a los pacientes para fomentar su autocuidado (paciente activo). Así como estimular su participación en el control de su enfermedad y en la toma de decisiones sobre la elección de su tratamiento (diálisis domiciliaria: peritoneal o hemodiálisis, diálisis en centro, trasplante renal de vivo o tratamiento conservador).

Con estas premisas, surge la Escuela de Pacientes con Enfermedad renal crónica de La Rioja para otorgar al paciente un papel activo. La Escuela contempla varios escenarios y acciones: cursos y vídeos formativos relacionados, talleres prácticos por parte de expertos y sesiones grupales con profesionales, otros pacientes y paciente experto (dependiendo de los contenidos). En las actividades señaladas, se tratarán autocuidado y opciones de tratamiento etc. Se contempla el mantenimiento de una Escuela dinámica, con permanente conectividad de pacientes entre sí y con los profesionales mediante blogs, mensajería y redes sociales (Facebook y de Twitter; newsletters, etc).

El paciente activo
El papel del paciente activo es clave no sólo en la prevención de la enfermedad y en el mantenimiento de salud, sino en la detección precoz y el tratamiento temprano de la enfermedad, así como en el seguimiento de la misma, retrasando o evitando la progresión a la dependencia y discapacidad. La estrategia nacional de atención a la cronicidad incluye como una recomendación "Potenciar la creación y el impulso de iniciativas y experiencias de escuelas de pacientes, programas de paciente activo y programas de paciente experto, escuelas de cuidadores, redes de cuidadores profesionales y no profesionales y otras fórmulas de apoyo al autocuidado". Estas responden al objetivo de promover, compartir y desarrollar instrumentos que faciliten el emponderamiento de la ciudadanía mediante la mejora de la capacitación en salud y autogestión de la enfermedad lo que permitirá mejorar el conocimiento y la adquisición de competencias en cuidados y autocuidados, en promoción de la salud y prevención de la enfermedad, así como los necesarios para la atención a enfermedades crónicas.

La Enfermedad Renal Crónica
La Enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud que afecta actualmente al 10% de la población, presenta un evidente infradiagnóstico y con claras perspectivas futuras de crecimiento de la demanda asistencial. Su presencia conlleva un agravamiento en la evolución de cualquier enfermedad. Su alta incidencia y prevalencia, junto a su enorme repercusión social, laboral y gasto sanitario, elevan a esta entidad al nivel de problema de salud pública, llegándose a considerar como una de las epidemias del siglo XXI en términos de salud. Esta realidad obliga a las autoridades sanitarias y profesionales a poner en marcha planes de información a la ciudadanía, formación a los pacientes para su participación activa en el autocuidado.

Galería de imagenes

Fotografías: Eduardo Bastida