La diálisis peritoneal utiliza como filtro la membrana natural del peritoneo, que recubre todos los órganos del abdomen formando una cavidad llamada cavidad peritoneal. En esta cavidad peritoneal, se introduce un líquido especial llamado peritoneal, que permanece en dicha cavidad durante un tiempo, por lo general 6-8 horas (3-4 veces al día), durante el cual se lleva a cabo la salida de toxinas y agua desde la sangre al pasar por el peritoneo.
¿Qué personas pueden realizar diálisis peritoneal?
Es una diálisis que la realiza diariamente el propio paciente en su domicilio tras un periodo de aprendizaje. En principio, cualquier paciente que no haya tenido previamente una intervención quirúrgica en el abdomen. En el caso de invidentes, también puede ser una opción siempre y cuando algún acompañante o familiar asuma realizar el tratamiento.
La obesidad es quizás el mayor inconveniente para optar a esta técnica. Por sus características técnicas y de autonomía, está especialmente indicada en niños y personas con enfermedades severas del corazón.
Es mejor esta técnica al comienzo de entrar en diálisis porque se mantiene la capacidad de orinar y se necesita realizar menos cambios de líquido peritoneal y los resultados a largo plazo son mejores.
En el domicilio, únicamente se requiere espacio suficiente para almacenar el material y un lugar adecuado y bien ventilado para realizar la técnica, que puede ser la propia habitación. Se recomienda que no haya animales en casa.
El acceso de Diálisis Peritoneal
El líquido peritoneal se introduce en la cavidad peritoneal, a través de un tubo o catéter blando de silicona o similar que debe de colocarse mediante una pequeña incisión quirúrgica en el abdomen al menos 1 mes antes de su utilización. Este catéter va oculto bajo la ropa y no interfiere con ningún tipo de actividad. Únicamente requiere unos sencillos cuidados de limpieza y desinfección que se aprenden durante la fase de entrenamiento.
El entrenamiento
El entrenamiento se inicia cuando ha pasado al menos un mes desde la colocación del catéter. Se realiza en la Unidad de Diálisis Peritoneal por la enfermera responsable de su entrenamiento. Consiste en unos pasos sencillos, perfectamente ordenados para que durante el cambio de líquido de diálisis, se mantengan en todo momento las medidas de limpieza necesarias y evitar la infección peritoneal o peritonitis.
No es necesario ningún conocimiento sanitario ni nivel de estudios y puede realizarse a cualquier edad. La duración del entrenamiento es variable e individual (en torno a 1 semana) garantizando siempre una preparación adecuada.
Tipos de Diálisis peritoneal
Existen 2 tipo de diálisis peritoneal, la manual llamada Diálisis peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA) y diálisis con cicladora o máquina, llamada Diálisis peritoneal Automática (DPA).
1. DPCA (manual)
Los cambios del líquido peritoneal, se realizan 3-4 veces al día. Los horarios de los intercambios son aproximados, en función de la rutina e imprevistos que puedan surgir, recomendándose que al menos sea de un mínimo de 4 horas y un máximo de 8 horas. Los cambios se realizan durante el día, siendo el cambio que se hace a la noche el que se mantiene en el abdomen hasta la mañana siguiente.
2. DPA (Automática)
Los cambios periódicos los realiza una maquina llamada cicladora durante la noche, mientras el paciente está durmiendo. El último cambio de líquido es el que se queda durante todo el día en el abdomen hasta la noche, momento en el que la cicladora vacía nada más conectarse.
Los pacientes que se dializan con cicladora, deben realizar primero el entrenamiento de la diálisis manual, para poder continuar realizando la diálisis en casos de avería de la maquina, cortes de luz o viajes de fin de semana etc.
La diálisis peritoneal está especialmente indicada para pacientes que quieren mantener su actividad laboral sin interferencias y casos indicados por sus características de función de la membrana peritoneal.
Ventajas e inconvenientes de la Diálisis peritoneal
La ventaja fundamental es que es un tratamiento continuo, que se hace a lo largo del día y no hay fases sin tratamiento, por lo que no hay acumulación de toxinas y de agua en el organismo.
Es un tratamiento domiciliario y sólo es necesario ir al Hospital para realizarse las pruebas y revisiones que suele ser cada 3 meses.
Como la diálisis se realiza por un catéter en el abdomen, no necesita puncionar las venas de forma reiterada.
Es una técnica sencilla, aplicable a cualquier edad, que permite un horario flexible, lo que da autonomía al paciente y que le permite conciliar su vida laboral y social.
Los inconvenientes fundamentales son: que es el propio paciente quien tiene que hacerse al tratamiento, salvo casos excepcionales y requiere una dedicación cuidadosa cuando se realiza los cambios, por el riesgo de infección.
Es necesario llevar un catéter en el abdomen, que no impide realizar ninguna actividad, pero que puede resultar estéticamente incomodo para algunos pacientes.
En el domicilio, se necesita un mínimo de espacio acondicionado para realizar el tratamiento y almacenar el material del tratamiento.