El problema no es saltarse la dieta los cinco días clave de Navidad sino todo diciembre y parte de enero
El problema, a la hora de saltarse la dieta, no son tanto los cinco días de comidas y cenas tradicionales que conllevan las navidades, como hacer extensivos los excesos a todo el mes de diciembre y la primera semana de enero. Las comidas y cenas de empresa, los encuentros (siempre gastronómicos) con amigos en los días aledañas, el adelanto en los supermercados de la venta de dulces y postres típicos de la época, las rondas de vinos con los que van a cenar en otra casa, las sobras que dan de sí para varias comidas más… En realidad, el verdadero problema no es tanto la Navidad como las tres semanas que la preceden.
Si una persona siguiera alimentándose de manera saludable durante todas estas fechas, limitando los excesos a los cinco días de obligada celebración, lo normal sería que su aumento de peso no superara el medio kilo. Sin embargo, son muchos los que se abandonan ante la presión del ambiente y claudican de la dieta nada más empezar diciembre y hasta Reyes. Y es ahí cuando, como media, se suelen ganar esos tres kilos que luego tanto cuesta quitar.
Los especialistas coinciden en que una posible solución sería mantener la dieta y los hábitos saludables los días no señalados: continuar con las rutinas físicas, hacer ejercicio, comer sano, no excederse con la bebida y descansar lo debido. De esta forma uno puede llegar a los días “peligrosos” preparado para poder cometer excesos sin que ello conlleve demasiadas consecuencias.Darse un atracón durante el mes de diciembre y parte de enero, con la promesa de remediarlo todo en enero a base de doble jornada en el gimnasio y días de ayuno completo, no es nada bueno según coinciden todos los profesionales relacionados con la salud. Y no lo es ni para la mente ni para el metabolismo. El cuerpo agradece las rutinas y se resiente con los excesos, sean del tipo que sean.
No faltan interesantes, por curiosas pero efectivas, recomendaciones para afrontar estas fechas. La moderación es siempre el mejor consejo. Pero, además, se pueden poner en práctica otras estrategias que van desde practicar ejercicio los días navideños más señalados, en los que inevitablemente la tradición nos reúne frente a la mesa, para así canalizar hacia el músculo los excesos de nutrientes de ese día. Otro trucoque puede funcionar es merendar algo a media tarde los días de cenas señaladas para ayudarnos a evitar llegar a la mesa y darnos un atracón de viandas. Ingerir unos trozos de frutas, unos palitos de zanahoria o unos frutos secos a media mañana o media tarde de los días de Nochebuena y Nochevieja, el día de Navidad y en año nuevo nos permitirá llegar a la mesa más saciados y con menor ansiedad. Los empachos son uno de los principales motivos de indigestión que se tratan en las Urgencias Hospitalarias durante esas fechas, sobre todo en personas de edad y con enfermedades crónicas.
Conviene también evitar también comprar, como si no hubiera un mañana, kilos y kilos de dulces navideños. La costumbre de colocar bandejas de dulces en todas las estancias de la casa es puro masoquismo. Es la tentación con patas y en colores a la que resulta muy difícil resistirse. Tomar un dulce propio de estas fechas debe ser algo esporádico o puntual, como lo es tomarse un helado en verano. No debemos convertir la tradición de los postres navideños en un estímulo permanente imposible de controlar con la fuerza de voluntad.
En cuanto a los menús, tal y como se señala en este mismo número de Saludable, una opción interesante es la de respetar los platos fuertes tradicionales, pero combinados con entrantes saludables como pueden ser ensaladas más especiales y originales que combinen frutas exóticas y frutos secos, salmón fresco, pescados ahumados, quinoa, semillas...
Y no olvidar, en cuanto la normalidad vuelva a nuestras vidas y a pesar del frío de enero, que lo que nunca falla para recuperar el ritmo después de los inevitables excesos es salir a andar cada día al menos una hora.
ENSALADA DE ENDIVIAS Y MANGO
Ingredientes para 4 personas:
- 4 endivias rojas
- 1 mango
- 160g de atún en aceite
- 200g de queso fresco
- 200g de maíz cocido
- Germinados
- 2 cucharadas de pipas de calabaza
- Aceite de oliva, sal, pimienta y vinagre
- Mostaza al estragón
Elaboración:
- Pela el mango, retírale el hueso y pártelo en daditos.
- Escurre el queso fresco y trocéalo también en dados.
- Lava las endivias, sécalas y separa las hojas. Escurre el maíz, enjuágalo y escúrrelo de nuevo.
- Pon todo junto en una ensaladera junto al atún.
- Tuesta un poco las semillas de calabaza en una sartén.
- Vinagreta: pon en un bol 4 cucharadas de aceite, 2 cucharadas de vinagre, 1 cucharadita de mostaza, sal y pimienta. Batir hasta emulsionar.
- Lava los germinados y escúrrelos. Aliña la ensalada con la vinagreta, y sírvela con las pipas de calabaza y con los germinados por encima.
- ¡A comer!
*Se puede servir en vasitos de manera individual.
Nota nutricional: Es una ensalada refrescante en la que se añade el mango que es una fruta rica en magnesio, provitamina A y vitamina C. Es recomendable que en estas comidas y cenas dónde hay bastantes aperitivos siempre pongamos un plato de verdura ya sea cocida como en crudo como por ejemplo esta ensalada.
TRUFAS CON COCO
Ingredientes para 12 trufas:
- 30g harina de avena
- 10 dátiles Medjool con hueso
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 2 cucharadas de agua
- Coco rallado para decorar o pistachos picados*
Elaboración:
- Poner los dátiles a remojo en un bol.
- En un bol añade la harina de avena y las dos cucharadas de cacao en polvo sin azúcar. Remueve bien.
- Ir quitando los huesos a los dátiles e ir picando muy finito con el cuchillo. Echarlos a la mezcla de la harina con el cacao.
- Remueve bien la mezcla anterior.
- Añadir 2 cucharadas del agua de los dátiles en remojo y remover bien hasta conseguir una masa compacta.
- Pelar y picar unos pistachos en trocitos pequeños.
- Poner en un plato coco rallado y en otro los pistachos troceados.
- Coger un poquito de masa y hacer bolitas y rebozarlas por el coco rallado o por los pistachos.
- Guarda las trufas en un recipiente hermético a temperatura ambiente o en la nevera.
- ¡A comer!
*Los pistachos pueden ser sustituidos por otro fruto seco o si hay alergia a los frutos secos por cacao en polvo.
Nota nutricional: Son unas trufas sin azúcar dónde el dulzor lo damos de manera natural a través de los dátiles. Son una alternativa muy saludable.