La tasa de mortalidad por infarto cerebral en La Rioja se ha reducido a la mitad desde que en el Hospital San Pedro se puso en marcha la Unidad de Ictus en el año 2014. Las cifras son elocuentes ya que han pasado de un 13,3 % en el inicio a un 6,1% en la actualidad.
Este nuevo servicio, que ya han utilizado más de 1.200 pacientes, es un recurso sanitario de cuidados semicríticos, atendido por personal especializado, en el que se trata a pacientes que se encuentran en fase aguda para tratar de reducir las secuelas, mejorar el pronóstico y prevenir las posibles complicaciones de los pacientes ingresados. Para todo ello la Unidad dispone de cuatro habitaciones dotadas con un monitor que registra continuamente las constantes vitales del paciente y de una sala para atender a pacientes y familiares.
En estos tres años de funcionamiento, la Unidad de Ictus ha conseguido que en el momento del alta hospitalaria más del 70% de los pacientes tratados sean independientes para las actividades básicas de la vida diaria y que más del 50% se encuentren completamente asintomáticos. Además, con el Código Ictus, se ha logrado reducir considerablemente el tiempo que transcurre desde que el paciente comienza con los síntomas hasta que reciben tratamiento, aumentando la eficacia del mismo y disminuyendo sus complicaciones.
En la actualidad, el ictus isquémico o infarto cerebral es la segunda causa de muerte en la población española, la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda de demencia debido a la propia gravedad de la enfermedad y al alto riesgo de complicaciones médicas como infecciones respiratorias o eventos trombóticos. Sus síntomas más característicos son torpeza o debilidad en las extremidades, desviación de la cara, alteración del habla, alteración del equilibrio y/o disminución del nivel de conciencia. Para ayudar a reconocerlos, el neurólogo y coordinador de la Unidad Francisco Julián Villaverde ha creado el siguiente vídeo.
Una dieta saludable, hacer ejercicio, no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol y controlar la diabetes y la tensión, son consejos fáciles de practicar que ayudan a evitar el infarto cerebral.