Índice del artículo

Prevención e intervención en situaciones de riesgo


Gran parte de la actividad del Centro Asesor de la Mujer se centra en la prevención de violencia de género y la intervención posterior a situaciones de este tipo. En este ámbito se sitúan el programa de tratamiento para hombres con relaciones familiares violentas, el programa de atención integral a menores expuestos a la violencia y el servicio de orientación y mediación familiar.

Así, el año pasado, el programa de tratamiento para hombres con relaciones familiares violentas atendió a 22 hombres, el 68% de ellos españoles. Según ha explicado  José Ignacio Nieto, en todos los casos se ha logrado una implicación media-alta en el tratamiento y en la mayoría de las situaciones se mejoraron los esquemas de igualdad.

En los casos de separación se logró una mayor aceptación del nuevo rol, celeridad en la firma de documentos y refuerzo de asunción de responsabilidades como padres. Las parejas que han continuado su convivencia han mejorado la relación familiar.

Desde su puesta en marcha hace 12 años, el Programa ha acogido a 221 hombres, de los cuales, 193 han podido constatar el cese total de la violencia y la reducción de riesgos a niveles medio bajo de su actitud hacia sus parejas.

El perfil de los hombres atendidos es el de un varón de una media de edad en torno a los 37 años, laboralmente activo, que convive con su pareja. En la mayoría de los casos, la problemática de la violencia adquiere carácter familiar.

Generalmente, la motivación inicial por parte del varón es alta y la iniciativa para integrarse en el programa es voluntaria, por consejo de su mujer que ya había acudido al Centro Asesor de la Mujer.

En cuanto al programa de atención integral a menores expuestos a la violencia, Nieto ha destacado que en 2011 han sido derivados 42 menores y se han incorporado 36 (16 niños y 20 niñas). El 67% de ellos españoles y el 25% sudamericanos.

En el programa también se implican sus madres, que tras haber convivido en un ambiente de violencia de género, viven separadas físicamente del agresor. Busca paliar los síntomas emocionales, comportamentales, sociales y cognitivos de las madres y sus hijos; romper con la transmisión intergeneracional de la violencia de género y posibilita una vinculación positiva hacia la madre. En él se decide si es necesaria una derivación a otros servicios sanitarios, sociales o educativos.

Por último, el Servicio de Orientación y Mediación Familiar, que trata de potenciar o favorecer los recursos de la pareja, mejorando la calidad de sus relaciones para encontrar soluciones a sus conflictos, atendió el año pasado 456 casos, tramitó 350 consultas.

Finalmente, 35 parejas decidieron continuar en el Servicio y llevar a cabo su separación, divorcio o modificación de medidas de mutuo acuerdo. Otras 117 personas iniciaron un proceso de orientación, bien en pareja, con el fin de solucionar conflictos y superar la crisis, o individualmente, para recibir apoyo psicológico tras una ruptura.

Desde el Centro Asesor de la Mujer también se coordina el trabajo de la red de alojamiento para mujeres y sus hijos menores, centrada en aquellas que hayan sufrido violencia de género; mujeres o jóvenes gestantes, que por problemas sociofamiliares u otras circunstancias se ven obligadas a abandonar su domicilio; que tienen previsto dejar a su hija/o en adopción; y mujeres en situación de riesgo social, que carecen de recursos económicos, vivienda y/o apoyos.

Durante el año 2011, el Servicio de atención residencial de emergencia a mujeres víctimas de violencia de género alojó a 19 mujeres y 16 menores; el servicio de alojamiento e intervención integral a mujeres víctimas de violencia de género alojó a 21 mujeres y 13 menores; y el servicio de alojamiento e intervención integral a jóvenes gestantes alojó a 5 mujeres y 3 menores a su cargo.