La unidad de Neurobiología Molecular del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), dirigida por la doctora Lydia Álvarez-Erviti, ha iniciado un nuevo proyecto de investigación que tiene como objetivo validar una nueva terapia que consiga ralentizar la progresión de la enfermedad de párkinson.

El trabajo, que se centra en el desarrollo de una terapia génica como una de las herramientas más prometedoras para el tratamiento de la enfermedad, ha sido financiado con un importe de 218.012 dólares (188.130 euros) por la fundación Michael J. Fox. Esta entidad fundada en el año 2000 por el reconocido actor es la mayor financiadora de investigación en la enfermedad de párkinson del mundo sin ánimo de lucro y desde su creación ha destinado más de 800 millones de dólares a la misma. Además entre sus fines también está el desarrollo de terapias mejoradas para las personas que sufren la patología en la actualidad.

La investigación desarrollada por el CIBIR podría confirmar que la administración de un nuevo tratamiento sobre el que están trabajando retrasa o detiene la progresión de la enfermedad de párkinson en sus estadios iniciales, constituyendo un proyecto fundamental para que esta tecnología continúe su desarrollo en futuros ensayos clínicos.

La enfermedad de párkinson, cuya prevalencia aumenta con la edad, es la segunda patología neurodegenerativa más prevalente en la actualidad, y afecta en La Rioja a unas 1.200 personas. Los síntomas que sirven de guía para su diagnóstico son el temblor, la rigidez y la bradicinesia (lentitud de los movimientos). Del mismo modo, existen síntomas no motores, como pueden ser las alteraciones cognitivo-conductuales, trastornos del sueño, síntomas sensitivos como la pérdida del sentido del olfato y dolor o síntomas autonómicos asociados a disfunción urogenital, estreñimiento e hipotensión ortostática. Hasta un 50% de los pacientes presentan demencia en estadios más avanzados de la enfermedad.