Teófilo Lobera, jefe de Alergología del Hospital San Pedro

Es importante que los pacientes con asmas graves no interrumpan las vacunas ya que son más susceptibles de complicarse con un proceso vírico

Acaba de arrancar la primavera, sin duda una mala época para los alérgicos, aunque las previsiones apuntan a que este año tendremos una estación “leve”. Sin embargo, la amenaza de la COVID-19 puede plantear algunas dudas que conviene resolver para evitar complicaciones. El doctor Teófilo Lobera, jefe de Alergología del Hospital San Pedro, nos aclara las diferencias entre un proceso alérgico y la afección por el virus, y transmite a los alérgicos ya diagnosticados y a los asmáticos una serie de recomendaciones que deben seguir estos días.

La COVID-19 y la alergia comparten algunos síntomas ¿cómo los podemos distinguir?

Los pacientes alérgicos ya reconocen los síntomas de estaciones o de años previos. El cuadro clínico de los pacientes con COVID incluye fiebre, dolor de garganta y mal estado general, recuerda más a un estado gripal. La alergia se puede parecer a un cuadro catarral con congestión nasal, estornudos, mucosidad, a veces picor de garganta con tos.

¿Los alérgicos deben extremar las precauciones?

Lo que deben hacer los alérgicos ya diagnosticados es empezar a tomar la medicación cuando la tengan indicada para evitar que aparezcan los síntomas y así no tener dudas. Algunos alérgicos saben que tienen que empezar a tomar su medicación en marzo, otros en abril. A veces, los alérgicos no toman su medicación porque se encuentran bien y esperan a tener los primeros síntomas. Estamos aconsejando que empiecen ya a tomar la medicación para que haga una profilaxis, evitar los síntomas de alergia y así no tener duda de si están cogiendo algo relacionado con el virus. Pero ojo cuidado, tomar la medicación de la alergia no evita que uno pueda pillar el virus.

¿Tienen más riesgo las personas alérgicas de contraer el virus?

No, no estamos ante una inmunodeficiencia y no hay mayor receptividad.

¿Y los asmáticos? ¿Tienen que tener precaución adicional?

Los pacientes que tienen un asma bronquial pueden tener una reactividad exagerada de los bronquios, una hiperreactividad inespecífica, de la misma manera que pueden reaccionar a humos, olores, cambios de temperatura, al ejercicio … sin que tengan una exposición al alérgeno; también les puede pasar si cursan un proceso catarral aunque sea liviano, que su cuadro bronquial se puede descompensar y tienen que utilizar medicación inhalada durante la temporada que dure ese proceso catarral. En estos casos si un asmático tiene un proceso por COVID, puede tener asociada la sintomatología bronquial y tener que utilizar la medicación pautada en caso de asma bronquial. Estamos siguiendo a pacientes que tienen el proceso infeccioso y que están en su casa con la medicación de inhaladores -además de la medicación que tienen que tomar por la infección de COVID- y están controlados. En los casos de pacientes con asma bronquial si cogen la infección de COVID pueden encontrarse peor del asma sin que necesariamente estén desarrollando la neumonía. Si a alguien se le descompensa su asma, uno de los síntomas que va a notar es falta de aire, dificultad respiratoria, lo mismo que en una neumonía, pero son cosas distintas porque si una persona tiene neumonía tendrá un cuadro febril intenso. Por eso es muy importante seguir el tratamiento para que no se descompense el asma.

¿Pero puede tener más problemas a la hora de enfrentarse al virus un asmático que otro paciente?

No necesariamente, el mayor problema que hay con el virus es la neumonía y el asma bronquial no tiene una predisposición a que pueda aparecer la neumonía. El asmático no entra en esos grupos de riesgo pluripatológicos, de pacientes más susceptibles. Si se coge la infección su asma se puede descompensar, por eso interesa que esté controlado el asma bronquial.

¿Qué deben hacer los pacientes que siguen tratamientos con vacunas?

Las vacunas deben seguir poniéndose porque si se dejan dos meses de administrar se puede descompensar el problema respiratorio de base y eso no nos interesa. Conviene seguir la dosificación de vacunas. Si en algún centro de salud algún paciente tiene dificultades para poder ponerse la vacuna debe saber que en el servicio de alergología del CARPA se va a mantener la actividad de control de vacunas y pueden llamar aquí. También seguimos otros tratamientos con anticuerpos monoclonales para asmas graves y severos que también se van a mantener. Esos asmas graves y severos son más susceptibles ante un proceso vírico. Esos pacientes no pueden dejar el tratamiento porque su asma se va a descompensar, va a tener que ir a urgencias y va a ser todo mucho más complicado.

¿Cuáles son las previsiones de alergia para esta primavera?

En principio para la zona norte, donde nos engloban a La Rioja, va a ser un año leve de alergias. Hemos tenido un otoño e invierno secos y la floración parece que va a ser baja. Si miramos a la zona de Aragón, ya que podemos estar en medio entre el norte y Aragón, la previsión es parecida, leve-mediana. En principio no parece que vayamos a tener una floración intensa ni muchos síntomas. Pero hay polínicos que han empezado ya en febrero con síntomas, por lo que a pesar de estas previsiones no hay que bajar las defensas en cuanto a tomar la medicación.

¿Alguna recomendación más?

Sí y en este caso para todos, no sólo para los alérgicos. NO SALGAN DE CASA, y si lo tienen que hacer que sea sólo para lo imprescindible. El mensaje ‘hay que quedarse en casa’ debe calar en la población, hay que quedarse en casa aunque sea duro.