Mª José Aza Pascual-Salcedo. Doctora y jefa del Servicio de Ordenación Farmacéutica y Medicamentos de la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja

En los medicamentos debe mantenerse el equilibro entre eficacia y seguridad. Un fármaco es beneficioso cuando produce el efecto deseado con un nivel aceptable de efectos secundarios. El beneficio obtenido al tomar un fármaco debe ser superior a los riesgos que conlleva.

Una vez que un medicamento está disponible para los pacientes, sigue siendo necesario vigilar su eficacia y seguridad. Es lo que se denomina farmacovigilancia.

La Organización Mundial de la Salud define la farmacovigilancia como "la ciencia y las actividades relacionadas con la detección, la evaluación, la comprensión y la prevención de los efectos adversos o de cualquier otro problema relacionado con un fármaco". Actualmente, antes de que un fármaco se ponga a disposición de los pacientes suele haberse sometido a pruebas en al menos 5.000 personas durante un periodo limitado, según de qué enfermedad se trate. Pero la eficacia y seguridad del fármaco debe vigilarse y evaluarse continuamente mientras que éste está siendo comercializado.

Así, según se va informando de efectos secundarios, las empresas farmacéuticas pueden disponer de más información sobre la seguridad del fármaco. Si un paciente experimenta algún efecto secundario que no aparezca en el folleto del envase debe comunicarlo. En muchos países de la UE puede informarse de efectos secundarios directamente a través de un sistema de informes a nivel nacional disponible en las páginas web de la autoridad competente nacional. Para abordar estos y otros puntos hablamos con la doctora Mª José Aza Pascual-Salcedo, jefa de Servicio de Ordenación Farmacéutica y Medicamentos de la consejería de Salud del Gobierno de La Rioja.

¿Qué es el efecto adverso en un medicamento y por qué se produce?

Es una reacción a un medicamento que no se espera o desea. Se produce porque son sustancias ajenas al organismo que no sólo actúan en el lugar donde realizan su efecto beneficioso sino también en otros lugares distintos y cada paciente puede responder de manera diferente al mismo medicamento. Pero el beneficio que se obtiene con el medicamento supera sus riesgos potenciales, la mayoría de las personas que los utilizan no experimentan ninguna reacción adversa y las descritas como comunes ocurren en un pequeño porcentaje de pacientes.

¿Quién puede notificar?

Cualquier persona que sospeche del efecto adverso de un medicamento porque lo ha padecido personalmente, sus hijos o personas cercanas.

¿Qué deben notificar?

Las sospechas de efectos adversos a cualquier medicamento, especialmente los que no se mencionan en el prospecto, los que le han causado problemas importantes que limitan sus actividades habituales los producidos por medicamentos nuevos, cuando consume más de un medicamento porque pueden interaccionar entre ellos o los producidos por un error involuntario en la prescripción, dispensación o administración de la medicación (como la sobredosificación o por confusión del nombre).

¿Dónde se puede notificar?

A través del médico, del farmacéutico o de cualquier otro profesional sanitario que le atienda. También puede hacerlo directamente en el Centro de Farmacovigilancia de La Rioja que se encuentra en la primera planta del edificio C.A.R.P.A. Logroño, en el teléfono 941.299929, o en el correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Además, puede hacerlo también electrónicamente a través de la página web www.notificaram.es

¿Qué se hace con la información?

Se analiza e incorpora en la base de datos nacional, europea y mundial de farmacovigilancia junto con el resto de las notificaciones similares comunicadas para su investigación global y en base a los resultados obtenidos, se incorpora en el prospecto y ficha técnica del medicamento, se limita la prescripción a ciertos especialistas o grupos de población, se recomienda como medicamento de segunda elección o se retira del mercado si el riesgo es mayor que el beneficio que produce.