Las maniobras de reanimación cardiopulmonar se realizan en personas que han sufrido una parada cardiaca. Su objetivo es intentar sustituir el latido del corazón parado así como la ventilación espontánea del aire en los pulmones del paciente y de este modo intentar proporcionar a las células cerebrales la irrigación y el oxígeno imprescindibles para su supervivencia.

Estas maniobras pueden ayudar a salvar una vida.

Las personas que sufren una parada cardiaca pierden la conciencia y caen al suelo. Si presencia una situación como ésta deberá comprobar que el entorno es seguro para el afectado y para usted. Mueva a la persona sólo si está en peligro (por ejemplo si está en un paso de peatones) y si es seguro hacerlo.

Solicite que alguien presente le ayude.

Compruebe si el inconsciente responde, esto es, pregúntele en voz alta si se encuentra bien y muévale o golpéele ligeramente para ver si responde de alguna forma. Una persona inconsciente no lo hará.

A continuación deberá observar si el paciente respira. En una persona inconsciente que no respira, o su respiración es boqueante, debemos asumir que presenta una parada cardiaca. En ese caso es necesario iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar.

En este momento es imprescindible que llame al número de teléfono 112, que es el número europeo de emergencias, o que alguien lo haga por usted. Comunique lo ocurrido manteniendo la calma y respondiendo a las preguntas que le vayan formulando. No cuelgue el teléfono hasta que se lo indique el teleoperador. Habitualmente hablará con un médico del 061 La Rioja que le podrá proporcionar consejos telefónicos, incluso guiar en la realización de las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Además le enviará la ayuda sanitaria (ambulancia, médico, etc.) sin que estas conversaciones supongan retraso en la llegada de la asistencia.

Si dispusiera de un desfibrilador externo semiautomático, utilícelo en este momento, siguiendo sus instrucciones.

En caso de no disponer de ése dispositivo sólo realizaremos las maniobras de reanimación cardiopulmonar, que consisten en series de 30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones consecutivas sobre el paciente.

Las compresiones torácicas son la parte más importante de la reanimación. Deberemos evitar interrumpirlas salvo para proporcionar las ventilaciones.

Para realizar las compresiones:

  • Deberemos asegurarnos que el paciente está recostado en una superficie firme y plana.
  • Quitaremos las ropas del pecho del paciente.
  • Colocaremos el talón de una mano en la mitad inferior del esternón. Situaremos el talón de la otra mano encima de la primera.
  • Comprimiremos al menos 5 cm con una frecuencia mínima de 100 compresiones por minuto.
  • Tras cada compresión dejaremos que el tórax vuelva a su posición normal.
  • Comprimiremos el tórax 30 veces seguidas.

Para realizar las ventilaciones:

  • Tras las 30 compresiones torácicas, abra la boca (vía aérea) extendiendo la cabeza del paciente y elevando su mentón.
  • Con sus dedos cierre la nariz de la víctima y ponga su boca sobre la boca del paciente.
  • Realice dos ventilaciones (espire durante 1 segundo en cada una de ellas dentro de la boca del paciente). Habitualmente, al hacerlo, el tórax de la víctima se elevará.

Al finalizar las ventilaciones deberá comenzar una nueva serie de 30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones, continuando esta secuencia hasta que el paciente comience a moverse o respirar o hasta que lleguen los servicios de emergencia extrahospitalarios.

Si hay alguien con usted deberán turnarse cada 2 minutos en la realización de las maniobras con objeto que el cansancio del reanimador no disminuya la efectividad de las maniobras.

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