La pérdida del conocimiento o de la conciencia es una situación que se da con frecuencia entre la población y que puede expresar muy variadas situaciones. Desde un sencillo síncope vasovagal a situaciones muy graves como una parada cardiaca.

La detección de las situaciones potencialmente graves y la actuación médica rápida tienen una importancia fundamental, que pueden incluso salvar una vida.

La mayoría de las pérdidas de conocimiento ocurren en la vida cotidiana de las personas: en el domicilio, en el trabajo o en la calle. Por eso, es fundamental que quienes presencien una situación en la que una persona pierde el conocimiento sepan reaccionar de una forma adecuada.

Comprobar que el entorno es seguro para el afectado y para usted. Mueva a la persona sólo si está en peligro (por ejemplo si está en un paso de peatones) y si es seguro hacerlo.

Solicite que alguien presente le ayude.

Compruebe si el inconsciente responde: pregúntele en voz alta si se encuentra bien y muévale o golpéele ligeramente para ver si responde. Una persona inconsciente no lo hará.

Si no lo ha hecho ya, llame al número de teléfono 112, que es el número europeo de emergencias, o que alguien lo haga por usted. Comunique lo ocurrido manteniendo la calma y respondiendo a las preguntas que le vayan formulando. No cuelgue el teléfono hasta que se lo indique el teleoperador. Habitualmente hablará con un médico del 061 La Rioja que le podrá proporcionar consejos telefónicos y enviar la imprescindible ayuda sanitaria (ambulancia, médico, etc.)

Compruebe si el inconsciente respira. En caso que no lo haga se deberían iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (masaje cardiaco y ventilaciones) hasta que llegara la ayuda sanitaria. Esta actuación se aborda en otro tema.

Si el inconsciente respira, póngale de costado, en la llamada posición lateral de seguridad y espere a la llegada de la ayuda sanitaria vigilando al paciente. Comunique al 112 cualquier situación nueva o diferente que pueda aparecer en su estado.

En un inconsciente, la falta generalizada de tono muscular afecta también a la musculatura de la lengua, de la faringe y la laringe. Si el inconsciente se encuentra tendido boca arriba (decúbito supino) la falta de tono de estas estructuras podrían impedir la permeabilidad de la vía aérea y el paso de aire a los pulmones. Colocar de costado al inconsciente evita esta obstrucción del paso del aire. Al mismo tiempo se consigue mantener la vía aérea despejada en caso que se produzcan vómitos, que serían vertidos al exterior.

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