Recuerda… La lactancia materna, sin lugar a dudas, es la mejor opción alimentaria para el bebé

La lactancia materna está recomendada como alimentación exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé. A partir de esa edad se puede continuar con ella hasta los dos años o más de vida, junto con la introducción gradual de otros alimentos que complementen la alimentación.

La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. La leche materna suministra la energía y nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo normal del bebé. Es segura, limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia.

La lactancia materna siempre será la mejor opción alimentaria para el bebé. Pero cuando ésta no es posible, existen fórmulas que son la alternativa segura y adecuada.

Si no es posible la lactancia

No todas las madres dan el pecho. Existen circunstancias en las que, por diversos motivos, la lactancia no es viable o en las que no es posible llevar a cabo una lactancia prolongada y debe interrumpirse antes de lo previsto.

Para garantizar la correcta alimentación del bebé, existen en el mercado fórmulas, para lactantes sanos, adaptadas a su edad.

  • Preparados para lactantes o fórmulas de inicio para lactantes (fórmulas 1): son los únicos productos alimenticios elaborados que satisfacen plenamente sus necesidades nutritivas durante los primeros meses de vida hasta la introducción de una alimentación complementaria adecuada.
  • Preparados de continuación o fórmulas de continuación (fórmulas 2): alimentos destinados a los lactantes a los que se ha introducido una alimentación complementaria apropiada y que constituyen el principal elemento líquido de la dieta progresivamente diversificada.

Estas fórmulas cuentan con una serie de requisitos de seguridad, eficacia y de composición que deben cumplir.

En caso de duda sobre la leche que mejor se adapta a las necesidades del lactante, se recomienda consultar en su centro de salud.

Recomendaciones para preparar el biberón de manera segura para el bebé

Las fórmulas se presentan habitualmente en polvo, aunque también se comercializan en biberones ya listos para consumo que no necesitan ser reconstituidos con agua.

Las fórmulas deben prepararse siempre siguiendo las instrucciones recomendadas por el fabricante.

Antes de preparar la fórmula, lavarse las manos con agua caliente y jabón.

Usar recipientes limpios, esterilizados ya sea en agua hirviendo o en esterilizadores comerciales.

Es recomendable utilizar agua de consumo (agua fría del grifo) que ofrece los criterios sanitarios que aseguran la protección de la salud. En el caso de bebés recién nacidos (menores de 28 días) o prematuros hay que preparar la fórmula calentando el agua a unos 70ºC y añadiendo la cantidad de polvo indicado en la etiqueta.

Si se utiliza horno microondas para preparar la fórmula, se debe remover el líquido para homogeneizar la temperatura, ya que el calentamiento no es uniforme y podría dar lugar a “bolsas calientes”, capaces de quemar la boca del bebé.

Preparada la fórmula hay que enfriarla hasta temperatura ambiente para su consumo. Es indispensable que el padre o la madre comprueben la temperatura de la fórmula (gota en dorso de la mano) para no quemar la boca del bebé.

Siempre hay que utilizar la fórmula recién preparada. Prepararla justo antes de cada comida y utilizarla antes de que pasen 2 horas desde que se ha preparado.

En caso de que sobre algo de fórmula o ésta sea preparada con antelación, se deben respetar las instrucciones sobre cómo conservarla y cuánto tiempo puede mantenerse refrigerada.

Otras preguntas y respuestas sobre el preparado de fórmulas…

Descárgate la guía para más información.